Tegucigalpa. — El secretario general de la OEA llegará hoy a Honduras para
presionar por la vuelta al poder del derrocado mandatario Manuel Zelaya, mientras el presidente
interino aceptaba la posibilidad de adelantar las elecciones para resolver la crisis política. La
Organización de Estados Americanos (OEA) dio plazo hasta mañana para que el gobierno que encabeza
el ex presidente del Congreso Roberto Micheletti reconozca a Zelaya como presidente o suspenderá al
país del organismo. "Esperamos que los líderes del golpe reconozcan el daño que le están haciendo
al país y al mundo y permitan el regreso del presidente Zelaya", dijo en Guyana el jefe del
organismo, José Miguel Insulza.
Poco después, Micheletti dijo estar dispuesto a adelantar las elecciones
previstas para el 29 de noviembre. "Totalmente de acuerdo, siempre dentro de la ley, no tengo
ninguna objeción si acaso esa es una manera de solucionar estos problemas", dijo el mandatario.
Micheletti dijo que su gobierno quiere presentar a Insulza una cronología de
todo lo acontecido en las últimas semanas para probar que el derrocamiento de Zelaya fue legal. El
presidente interino insiste en que su gobierno es legítimo pese al repudio mundial ante lo
acontecido el domingo, cuando un grupo de militares allanó la residencia del presidente y lo hechó
del país a punta de rifle.
Estrategia. Zelaya reiteró en Panamá que planea regresar, aunque evitó abundar
en detalles para no dar "armas al enemigo". "Hay toda una estrategia y un plan, además apoyado por
la comunidad internacional, no para violencia. Lo que pretendemos es que el pueblo se manifieste y
haga que estos dictadores, estos aprendices de tiranos rectifiquen lo más pronto posible", dijo.
Una solución negociada aún parece lejana, luego de que varios de los funcionarios rechazaran de
plano la posibilidad de que regrese Zelaya, cuyo viraje a la izquierda y su alianza con el
presidente venezolano, Hugo Chávez, irritó a las elites conservadoras y al sector privado.
Mientras tanto, la presión internacional crecía y ayer la Unión Europea informó
que retirará a los 27 embajadores de los países miembro del bloque, un nuevo paso que aísla aún más
al gobierno interino.
En Honduras, los ánimos están lejos de calmarse, entre manifestantes que exigen
el retorno del "presidente legítimo" y los que aprueban el golpe como la única solución para que el
país se salvara de una "dictadura socialista". Miles de personas marcharon hasta la sede de la ONU
en Tegucigalpa, para aplaudir la resolución del organismo esta semana para que ninguno de sus 192
miembros reconozca al gobierno de Micheletti.
La sombra de Chávez. Pero en San Pedro Sula, ciudad industrial en el norte del
país, miles de manifestantes usando camisetas blancas y ondeando banderas de Honduras apoyaron al
actual gobierno interino, portando carteles caricaturescos de Zelaya y su aliado Chávez. Muchos
hondureños acusan a Zelaya de seguir los pasos del venezolano para permanecer en el poder, luego de
que insistiera en realizar una consulta popular que abriera el camino a la reelección pese a la
oposición de los tribunales y las fuerzas políticas, incluyendo su propio partido.
Asilo político
Argentina concedió ayer asilo a Enrique Flores Lanza, ministro de la Presidencia
del derrocado gobierno de Zelaya. Por instrucción del canciller Jorge Taiana, se concedió el asilo
tras la solicitud presentada por Lanza ante la embajada argentina en Tegucigalpa. Flores Lanza se
encuentra oficialmente en la sede diplomática argentina.