La violencia callejera que estalló el miércoles en Venezuela amainó ayer, pero bajo una fuerte presencia policial y en un clima de temor en la nación petrolera. Las autoridades allanaron el local de un partido opositor en busca de uno de los líderes de las marchas antigubernamentales en las que murieron tres personas. Lo acusan de "terrorismo" y homicidio. Argentina eligió dar un firme apoyo al gobierno del presidente Nicolás Maduro y respaldó sus tesis sobre intentos desestabilizadores. Se sumó en este planteo a países como Cuba y Bolivia.
La fiscalía venezolana ordenó arrestar a Leopoldo López, ex alcalde de un distrito de Caracas que lidera un movimiento de oposición, bajo cargos de "terrorismo" y homicidio. "Esto forma parte de un plan para criminalizar la protesta", señaló Carlos Vecchio, uno de los dirigentes del partido centrista Voluntad Popular, de López. Un escuadrón de inteligencia militar con armas largas irrumpió en las oficinas del partido de López, pero al no encontrarlo se retiraron. Los militares, con uniformes negros y chalecos antibalas, no tenían orden de allanamiento, según opositores en el lugar. La orden de arresto llega después que Maduro prometiera medidas represivas tras los enfrentamientos del miércoles. La policía busca a otros dos dirigentes opositores.
Según las autoridades, 69 personas fueron detenidas tras los choques, en los que fue incendiado medio centenar de autos y hubo cuantiosos daños a la infraestructura pública. Uno de los muertos era integrante de los grupos armados parapoliciales que apoyan al gobierno, conocidos como "colectivos". Otro era un estudiante de 24 años. Un tercer fallecido era también estudiante opositor.
Ayer las calles de la capital venezolana y de otras grandes ciudades amanecieron en calma, pero con fuerte presencia de policías y militares. Pequeños grupos opositores continuaban protestando en la capital y otras ciudades. Grupos de la oposición liderados por estudiantes universitarios han realizado protestas en todo el país en las últimas dos semanas para reclamar contra la ola de delincuencia, la inflación y la escasez generalizada.
"Por el momento, las protestas no representan una amenaza en el corto plazo para Maduro", estimó Diego Moya-Ocampos, de la firma de análisis IHS Global. "Sin embargo, el riesgo de que el gobierno pierda el control crecerá significativamente si se producen más víctimas fatales".
Maduro acusa a López y otros líderes de la oposición de querer derrocarlo. Pero López dice que no busca derrocar a Maduro e ilegalmente, sino que quiere convocar a un referéndum revocatorio de su mandato. Esta medida está prevista en la Constitución. Difícilmente Maduro permita una convocatoria de este género ante el alto riesgo de verse "revocado".
Argentina.Países aliados del gobierno venezolano, como Argentina, Bolivia, Nicaragua y Cuba, denunciaron la presunta aventura golpista de la oposición. La Cancillería argentina reiteró el "firme respaldo" al gobierno de Venezuela, y alertó "sobre los evidentes intentos de desestabilización que enfrenta el orden institucional en el país hermano". La Cancillería afirmó que "el legado de represión, masivas violaciones a los derechos humanos y profundización de la pobreza que dejaron las feroces dictaduras que asolaron América latina ha reafirmado como deber prioritario de las democracias una solidaridad activa y de defensa común frente al accionar de grupos autoritarios, las corporaciones y aquellos ligados a la especulación financiera y productiva que pretenden gobernar de hecho, imponer sus intereses sectoriales y suplantar gobiernos legítimos surgidos de la voluntad popular".
En contraste, diputados nacionales del bloque Unión-PRO manifestaron su solidaridad con los jóvenes opositores en Venezuela y solicitaron al gobierno que active los mecanismos previstos en el Mercosur y la Unasur para proteger las garantías democráticas en Venezuela.