Madrid.- Tras la debacle sufrida por el Partido Socialista (PSOE) en las elecciones del domingo pasado en España, el opositor Partido Popular (PP) exhortó ayer al gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero a plantear en el Parlamento una cuestión de confianza, para que demuestre si puede seguir o no gobernando. Mientras tanto, como para aumentar la presión sobre el jefe del Ejecutivo, el líder del gobierno vasco, el socialista Patxi López, pidió ayer celebrar un congreso partidario para sustituir a Zapatero.
En las elecciones municipales y regionales del domingo, el PSOE sufrió una derrota histórica, al ser superado por el PP en diez puntos y dos millones de votos. Pese a ello, Zapatero insiste en que no adelantará los comicios legislativos, previstos para dentro de diez meses.
"Dado que no tienen la confianza ciudadana, sería el momento para que el PSOE muestre si tiene los apoyos para seguir gobernando con estabilidad", dijo ayer la portavoz del grupo parlamentario del PP, Soraya Sáenz de Santamaría, en una rueda de prensa en el Congreso de los Diputados.
Respuesta y desafío. Los socialistas, sin embargo, respondieron con otro desafío: "Si el PP quiere acabar con el gobierno, que presente una moción de censura", manifestó el portavoz del PSOE en el Congreso, José Antonio Alonso, quien descartó que el propio Zapatero vaya a plantear una cuestión de confianza en la Cámara.
Alonso hizo hincapié en que los socialistas cuentan con el apoyo "suficiente" en el Congreso para seguir con la tarea parlamentaria pendiente y para que haya estabilidad en la Cámara.
Asimismo, recordó que presentar una moción de censura contra el gobierno obligaría a los conservadores a proponer un candidato alternativo. "A ver quién en la Cámara, aparte del PP, va a votar a Mariano Rajoy", señaló Alonso, refiriéndose al líder y candidato al gobierno del partido opositor.
Además, agregó el portavoz socialista, la moción de censura obligaría a los populares a "hacer explícito su programa oculto" de gobierno, que a su juicio es "radicalmente antisocial".
Según una extrapolación de los resultados de los comicios municipales y regionales del domingo, en unas elecciones generales el PP obtendría en el Congreso entre 162 y 164 diputados (ahora tiene 154), y el PSOE entre 116 y 117 (ahora tiene 169). Dado que la mayoría absoluta está en 176 escaños, el PP necesitaría el apoyo de otros partidos para obligar a Zapatero a dimitir.
Sin apoyo suficiente. La secretaria general y "número dos" del PP, María Dolores de Cospedal, precisamente puso ayer sobre la mesa la posibilidad de presentar junto con otras fuerzas políticas una moción de censura para tratar de forzar la caída del gobierno socialista, pero reconoció que no cuenta con los apoyos suficientes en el Congreso.
En declaraciones a la cadena radial Cope, De Cospedal manifestó que su partido apoyaría "cualquier solución que permitiera anticipar las elecciones" generales, y se mostró dispuesta para ello a "dialogar con todos los grupos políticos", por ejemplo los nacionalistas catalanes de Convergencia i Unió (CiU).
Sin embargo, admitió que, incluso en el caso de que CiU se sumara al PP para presentar una moción de censura contra el gobierno de Zapatero, los votos de los nacionalistas catalanes "no bastan". "De acuerdo a la aritmética que tenemos en el Congreso de los Diputados, habría que contar con más partidos políticos", explicó.
"Qué queremos". Entretanto, el jefe del gobierno vasco, el socialista Patxi López, pidió ayer la celebración de un congreso para decidir sobre el relevo al frente del partido de Zapatero. "La respuesta a lo sucedido este domingo no pueden ser sólo unas (elecciones) primarias sin proyecto", dijo López, quien de esta forma se convirtió en el primer líder socialista en plantear la celebración de un cónclave del partido antes de decidir quién será el candidato en las elecciones generales previstas para marzo de 2012, a las que Zapatero no se presentará.
"Primero hay que decidir qué queremos ofrecer y luego decir quién abandera el proyecto", recalcó López. La idea del mandatario vasco es que si un congreso elige un nuevo secretario general, será mucho más fácil que éste también sea nombrado candidato.
En la víspera, el PSOE de Zapatero decidió abrir un proceso de primarias para elegir al sucesor de éste como aspirante al gobierno en los comicios de 2012, un proceso cuyo calendario será fijado el próximo sábado.