A Eliot Spitzer, el recién dimitido gobernador de Nueva York, no sólo le gustan las morenas. Sus
encuentros con Kristen, una prostituta de lujo de 22 años a quién pagó miles de dólares, desataron
la investigación federal que destapó una red internacional de prostitución y acabó en sólo 48 horas
con su meteórica carrera.
Kristen, cuyo verdadero nombre es Ashley Youmans, es alta, morena y delgada, y le cobraba a
Spitzer más de 1.000 dólares por hora. El ex gobernador debía de estar muy encaprichado con ella,
aunque hoy viernes, tres semanas después de su dimisión, se ha sabido que no era la única.
La segunda protagonista femenina de este escándalo sexual es otra chica de nombre artístico
muy parecido al de su compañera, aunque físicamente no se parecen en nada. Se la conoce como
Kristin "Billie" Davis, y según informa el diario The Post, tiene 32 años y es una rubia oxigenada
y "pechugona".
Al parecer, Spitzer también era un cliente habitual de Kristin, una prostituta muy cotizada
en Manhattan, conocida por sus fiestas y por su lista de clientes, de la que se rumorea que incluye
más de 1.000 nombres. Kristin Davis, que en los últimos años ha ganado una fortuna, está acusada de
lavado de dinero y de incitar a la prostitución, por lo que se enfrenta a una pena de hasta 15 años
de prisión.
Imagen de la rectitud moral
Spitzer, de 49 años, casado desde hace 21 años y padre de tres hijas, se hizo famoso por su
trabajo como fiscal general del Estado, cargo desde el que prometió llevar a cabo "una reforma
ética" y combatir la la prostitución. Considerado la imagen de la rectitud moral y de los valores
familiares, ha visto como en horas su carrera política caía en picado y su nombre se unía a la
lista de los políticos estadounidenses forzados a dimitir por haberse visto involucrados en líos
sexuales.