Moscú.— El delfín del líder Vladimir Putin, Dmitry Medvedev, ganó la elección presidencial de
Rusia por un amplio margen, según mostraron los primeros resultados oficiales. Sondeos de opinión
preveían un gran triunfo para este abogado de 42 años, un funcionario del Kremlin, lo que
garantizaría la permanencia de Putin en el poder detrás del trono. Mientras tanto, la oposición
denunció incontables irregularidades durante los comicios.
Medvedev —quien se autocalifica de liberal— se constituiría
en el presidente más joven de Rusia desde la época de los zares. Bajo su mandato, Putin será el
primer ministro, después de haber permanecido ocho años en el poder.
Ante más de 20.000 jóvenes que seguían anoche un concierto de rock en la
Plaza Roja de Moscú, Medvedev agradeció los votos que lo llevarán a la presidencia rusa, y afirmó
que continuará la política de Putin. Por su parte, el actual mandatario dijo que las elecciones se
desarrollaron en total armonía con la Constitución del país. “Esto muestra que vivimos en un
Estado democrático. Las elecciones son válidas y nuestro candidato Medvedev encabeza
claramente”, aseguró.
El candidato oficialista ganaba con un 67% de los votos tras el recuento
del 36% de los centros de votación, dijo la comisión electoral. Según distintos estudios, muchos
votantes quisieron recompensar a Putin por ocho años de rápido crecimiento y mayores salarios al
respaldar a su candidato.
“Yo voté por Medvedev. Pienso que él es joven e inteligente y que
trabajará a tono con Putin”, dijo un residente de Moscú de 70 años al momento de sufragar.
Cómo convivir. Medvedev ya ha dicho que nombrará al todavía presidente como su primer
ministro. Putin, quien por límites impuestos a la cantidad de veces que puede ocupar el cargo no se
presentó en esta elección, abandonará el poder en mayo, y luego se trasladará a la oficina del
premier, conocida localmente como la Casa Blanca.
Algunos observadores cuestionan cómo Putin y Medvedev harán para
convivir, en un país que está acostumbrado a tener un solo líder fuerte. “Creo que Putin, al
menos en el principio, será la figura clave”, dijo Sergei Markov, un parlamentario y analista
político ligado al Kremlin.
Mientras tanto, el líder opositor, el comunista Gennady Zyuganov,
aseguró estar satisfecho con el segundo puesto que obtendría, pero expresó su preocupación por
importantes irregularidades en algunas regiones del país. “Aún con el conocimiento de la
campaña llevada adelante por las autoridades, veo nuestro resultado como satisfactorio”,
destacó.
Sin embargo, Zyuganov dijo que tenía una lista de 200 violaciones en la
votación, mientras que el ultranacionalista Vladimir Zhirinovsky expresó que retaría los resultados
oficiales en los tribunales.
“Una farsa”. Los políticos de la oposición denunciaron los comicios como
“una farsa” por la tendenciosa cobertura mediática y el apoyo de Putin hacia Medvedev
que, según ellos, han hecho que las votaciones se inclinen al favorito del actual mandatario.
“Esta es una operación del servicio secreto para transferir el
poder de una persona a otra”, dijo el opositor Mikhail Kasyanov. “No tiene nada que ver
con elecciones”, agregó.
El portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov, rechazó las críticas y argumentó
que los resultados previstos “hablan de la activa participación política de la gente en
Rusia, muchos de los cuales están eligiendo votar por la continuación de los cambios”.
Por su parte, Vladimir Churov, director de la Comisión Electoral
Central, dijo en la televisión estatal que la participación “en casi todas las partes de
Rusia” superaba entre tres y cinco puntos a la de las elecciones parlamentarias del pasado
diciembre, cuando llegó al 63,78%.Incluso la poderosa Iglesia Ortodoxa se pronunció a favor de
Medvedev.
Sin embargo, la pequeña delegación de observadores occidentales que
vigila los comicios, compuesta por 23 parlamentarios de la Asamblea del Consejo de Europa, expresó
ayer su preocupación por las irregularidades en las votaciones y por la forma en que se han
desarrollado las campañas.
Rellenando urnas. Además, un organismo independiente ruso dijo que sus observadores evitaron
intentos de llenar urnas en centros electorales de la región de Moscú antes de que comenzara la
votación.
En tanto, el ex campeón mundial de ajedrez y líder del movimiento
opositor Otra Rusia, Garry Kasparov, fue detenido ayer por la policía nuevamente mientras intentaba
ir a la Plaza Roja de Moscú con una bolsa de plástico en la cual había escrito: “Yo no
participaré de esta farsa”. Una veintena de policías rodeó a Kasparov y, ante su resistencia,
procedió a detenerlo.



























