Por lo menos cuatro colectivos y una obra de construcción fueron incendiados ayer alrededor de Fortaleza. Las autoridades dijeron que arrestaron a 160 personas vinculadas a asaltos de bancos, estaciones policiales y otros edificios públicos. En general, el departamento de seguridad pública del estado ha reportado 160 incidentes en decenas de municipalidades.
Bolsonaro hizo campaña con la promesa de poner un fin a la creciente violencia y restaurar la autoridad estatal sobre el crimen organizado. Para ayudar a poner fin a los saqueos, su Ministerio de Seguridad Pública y Justicia desplegó a otros 100 policías ayer aparte de los 300 ya apostados, incluidos miembros de la Fuerza Policial Nacional.
Mafias carcelarias
Las autoridades locales creen que los ataques son el resultado de un plan estatal para combatir el pandillerismo en las prisiones brasileñas. Muchos cárteles de narcotráfico pueden operar sus negocios desde las saturadas cárceles. André Costa, quien dirige el departamento de seguridad pública de Ceará, dijo que el levantamiento fue causado por el nombramiento de un nuevo secretario para supervisar la penitenciaría estatal. "El bandido sólo acepta la «ley de la fuerza»", tuiteó Fernando Francischini, un legislador del Estado sureño de Paraná. Francischini, miembro del Partido Liberal Social de la extrema derecha de Bolsonaro, dijo que los ataques son un acto de terrorismo.