Ciudad de Gaza (Franja de Gaza).- Aviones de guerra israelíes bombardearon el
domingo la Universidad Islámica en la Franja de Gaza, un importante símbolo cultural para Hamas, en
el más reciente de una ola de ataques en el territorio costero, dijo el movimiento islámico. Una
portavoz del Ejército israelí no tuvo comentarios inmediatos sobre el bombardeo. Testigos dijeron
que una serie de explosiones sacudió al campus universitario.
Aviones israelíes lanzaron hoy nuevos ataques devastadores en Gaza y
bombardearon uno de los principales complejos de seguridad de Hamas en Ciudad de Gaza, que incluye
una prisión.
Por otra parte, el gabinete israelí autorizó el llamado a por lo menos 6.500
reservistas del Ejército, lo que indicaría que busca ampliar la ofensiva con un ataque por tierra.
Se estima que 296 palestinos han muerto en los ataques israelíes que comenzaron ayer. La mayoría de
los muertos son policías uniformados de la organización islámica Hamas.
Testigos dijeron que los aviones israelíes lanzaron tres bombas sobre el
complejo de Seraya, en el centro de Gaza.
Hamas disparó al aire para mantener lejos a los familiares de los
reos.
Funcionarios del Ministerio de Salud de Gaza dijeron que cuatro personas
murieron y 25 fueron heridas en el ataque.
Residentes de Gaza dijeron que la aviación israelí destruyó un camión de
combustible en el sur, causando un incendio que afectó a una decena de viviendas cercanas.
Otro ataque aéreo destruyó un depósito donde se almacenaban medicinas para las
farmacias locales.
El doctor Moaiya Hassanain, funcionario de Salud Pública de Gaza, dijo que al
menos 296 personas murieron, entre ellas 183 miembros de las fuerzas de seguridad de Hamas. Se
ignora si el resto eran civiles o había también milicianos entre ellos. Otras 644 personas fueron
heridas, según el reporte oficial.
Dirigentes de Hamas se escondieron antes del inicio de la ofensiva,
desconectando sus teléfonos celulares para que sus ondas de radio no fueran captadas por los
pilotos de los aviones atacantes.
Israel lanzó unos 250 bombardeos aéreos en las primeras 24 horas de la campaña.
Unidades blindadas y de infantería enfilaban hacia la frontera con Gaza para una posible invasión
por tierra.
Entretanto, los milicianos de Hamas y de otras organizaciones armadas palestinas
mantuvieron el domingo su presión contra Israel, disparando decenas de cohetes y proyectiles de
mortero contra comunidades fronterizas.
Dos cohetes llegaron cerca de Ashdod, la ciudad más grande del sur de Israel,
situada a unos 38 kilómetros de Gaza. Es la mayor penetración de misiles palestinos en territorio
israelí de que se tenga memoria.
El ataque a Ashdod confirmó los temores del gobierno de Jerusalén de que los
milicianos pueden hacer llegar sus cohetes a las principales ciudades israelíes. No se reportaron
heridos graves en los ataques con cohetes.
Las calles de ciudad Gaza se hallaban vacías. La mayoría de sus residentes
permanecieron en sus hogares ante temores de nuevos ataques aéreos.
Los policías de Hamas trataron de pasar desapercibidos. Lucían chaquetas sobre
sus uniformes de color azul oscuro y caminaban junto a las paredes, con la esperanza de evadir la
detección de los pilotos israelíes.
El ataque israelí, que no tiene precedentes, desató protestas y reacciones por
todo el mundo árabe e incluso muchos aliados occidentales de Israel pidieron moderación, aunque
Estados Unidos acusó a Hamas de causar la violencia.
El primer ministro Ehud Olmert dijo anoche que la finalidad del ataque era
“traer una mejora fundamental en la situación de seguridad". Agregó que ello “podría
tomar algún tiempo”.
(AP)