Nueva York. — Los diez acusados de ser agentes ilegales para Rusia se
declararon ayer culpables ante la corte federal de Manhattan y serán deportados, tras el acuerdo al
que llegaron Washington y Moscú sobre el intercambio de espías, según la sentencia adoptada por la
jueza Kima M. Wood, a cargo del caso. La deportación de los 10 a Rusia se hará probablemente en las
próximas horas, en un solo avión. Los demandados se presentaron ayer ante la jueza neoyorquina y le
entregaron su declaración de culpabilidad al cargo de asociación delictiva para actuar como un
agente no registrado de un gobierno extranjero. Un undécimo demandado está prófugo tras haber sido
puesto en libertad bajo fianza en Chipre.
Los acusados se declararon culpables de operar como agentes ilegales para Rusia
en Estados Unidos y dieron sus verdaderos nombres, todos ellos de origen ruso. Las únicas acusadas
sin nombre falso fueron Vicky Peláez y la bella Anna Chapman, apodada por los medios como la Mata
Hari rusa. Chapman conserva el apellido de casada de su marido, el británico Alex Chapman.
Los arrestos fueron efectuados hace más de una semana, coronando una
investigación durante una década a personas que aparentemente se habían integrado a la población
estadounidense. Las autoridades dijeron que los sospechosos reportaban información local a las
autoridades rusas.
Reciprocidad. En vistas del esperado intercambio de agentes, el presidente ruso
Dmitri Medvedev indultó anoche a cuatro supuestos espías occidentales encarcelados en Rusia. Junto
al supuesto espía de la CIA y experto nuclear Igor Sutyagin fueron indultados Alexander
Zaporozhsky, Guennadi Vasilenko y Serguei Skripal.
Durante la jornada, y cuando se especulaba con el intercambio, medios
periodísticos moscovitas habían señalado que antes de que éste se concretara, primero el jefe de
Estado debía indultar formalmente a los hombres detenidos. Previamente los cuatro sujetos habían
remitido una solicitud de gracia al jefe del Kremlin en la que declaraban su culpabilidad. En Nueva
York, cada uno de los sospechosos fue sentenciado a una condena ya cumplida (apenas 10 días desde
su arresto) y las acusaciones separadas de lavado de dinero fueron desestimadas. Uno de los
abogados de la defensa dijo que los acuerdos con la fiscalía fueron aprobados por funcionarios
gubernamentales rusos.
Autoridades estadounidenses de contrainteligencia arrestaron al grupo a fines
del mes pasado bajo sospecha de intentar infiltrarse en círculos influyentes de Estados Unidos, lo
que creó un escándalo que amenazó con tensar las recientemente mejoradas relaciones
ruso-estadounidenses. Tanto el Kremlin como la Casa Blanca buscaron evitar que los arrestos
volvieran a enfriar los mejorados lazos entre los antiguos rivales de la Guerra Fría, que se habían
recurado después de tensarse con la guerra de Rusia contra Georgia en 2008.
Un rumor tempranero dijo que Igor Sutyagin, condenado en 2004 por pasar secretos
a Occidente, ya había sido enviado a Viena, como parte de lo que su abogada dijo podría ser un
intercambio de agentes.