Un hombre que esperaba ser ejecutado en pocas horas en Oklahoma, Estados Unidos, recibió a último momento la gracia del gobernador local, Kevin Stitt. Este concedió el indulto a Julius Jones, conmutando la sentencia de muerte de Jones apenas unas horas antes de que se cumpliera su ejecución por un asesinato en 1999 que dice no haber cometido. Jones deberá ahora cumplir cadena perpetua.
La ejecución de Jones estaba prevista para las 4 de la tarde de hoy en la Penitenciaría Estatal de Oklahoma. Jones y sus abogados se enteraron de la clemencia a las 12:45, mientras tenían su última visita.
Jones estaba en una celda de espera fuera de la cámara de ejecución durante las últimas dos semanas, y recibió su última comida el miércoles por la noche. No se proporcionaron detalles sobre la comida.
Una enorme sensación de alivio se desató cuando llegó la noticia de que Jones no sería ejecutado, dijeron sus abogados. Grupos de partidarios de Jones, reunidos en la zona, estallaron en celebraciones y se abrazaron emocionados. El caso se había transformado en una causa testigo contra la pena de muerte, por las grandes dudas existentes sobre la culpabilidad del condenado.
El gobernador republicano llegó a la decisión tras "considerar en oración y revisar los materiales presentados por todas las partes de este caso", dijo en un comunicado.
La Junta de Indultos y Libertad Condicional de Oklahoma había recomendado la conmutación de la pena de Jones por la de cadena perpetua con posibilidad de libertad condicional en una votación de 3 a 1 el 1º de noviembre.
Sin embargo, Stitt dijo que ni la Constitución ni la ley del estado dan a la junta la autoridad para recomendar esa conmutación, ni dan al gobernador la autoridad para concederla. En consecuencia, el gobernador conmuta la pena de Jones con la condición de que "no podrá solicitar ni ser considerado para una conmutación, indulto o libertad condicional durante el resto de su vida", dice la orden. O sea, le concedió la clemencia pero no le dejó la opción de llegar a la libertad condicional. Deberá purgar una cadena perpetua y morir en prisión.
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Los familiares y grupos civiles que apoyan a Jones estallaron en celebraciones y abrazos al enterarse de la clemencia del gobernador de Oklahoma.
La abogada de Jones, Amanda Bass, calificó la decisión del gobernador como un "paso importante para restablecer la fe pública en el sistema de justicia penal, garantizando que Oklahoma no ejecute a un hombre inocente". Sin embargo, reconoció que la familia y los partidarios de Jones tenían la esperanza de que algún día obtenga la libertad condicional.
"Aunque esperábamos que el gobernador adoptara la recomendación de la Junta en su totalidad, conmutando la condena de Julius por la de cadena perpetua con posibilidad de libertad condicional a la luz de las abrumadoras pruebas de la inocencia de Julius", dijo Bass, "estamos agradecidos de que el gobernador haya evitado un error irreparable".
La decisión de última hora llega tras años de protestas por la condena a muerte de Jones. Había sido condenado por el asesinato de Paul Howell en 1999 durante un robo de coche. Jones lleva casi 20 años en el corredor de la muerte, pero él, su familia, sus abogados y sus partidarios dicen que es inocente.
La petición de clemencia de Jones dice que ha estado en el corredor de la muerte debido a "fallos fundamentales en el sistema encargado de decidir" su culpabilidad, incluyendo la ineficacia e inexperiencia de los abogados defensores iniciales, la parcialidad racial de su jurado y la supuesta mala conducta del fiscal. Pero la familia de la víctima, Howell sigue convencida de su culpabilidad, y lo reitera en un comunicado.
"Sabemos que el gobernador Stitt tuvo que tomar una decisión difícil", dijo la familia. "Nos reconforta que su decisión haya afirmado la culpabilidad de Julius Jones y que no podrá solicitar ni ser considerado para una conmutación, indulto o libertad condicional durante el resto de su vida".
"Julius Jones cambió para siempre nuestras vidas y las vidas de la familia y los amigos (de Paul Howell)", dice el comunicado. Los familiares de la víctima afirman que una puesta en libertad de Jones los "revictimizaría", haciéndoles sufrir una segunda vez.
El caso de Jones ha atraído una amplia atención en los últimos años, en parte debido a la serie documental de la ABC "La última defensa", que sacó a la luz su caso en 2018. Y más de 6 millones de personas han firmado una petición online de Change.org Justice for Julius en la que se pide a Stitt que intervenga y evite su ejecución.
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La sala de ejecución esta lista y esperaba al condenado Jones, que desde hace dos semanas vivía en una celda vecina.
Ese apoyo aumentó con la inminente fecha de ejecución. Los partidarios se reunieron cerca de la mansión del gobernador en la ciudad de Oklahoma durante las últimas noches, y algunos incluso instalaron carpas durante la noche. En una conferencia de prensa el miércoles por la noche, la madre de Jones describió la ejecución programada de su hijo como un linchamiento. "Si creen que Julius es culpable, háganle un juicio justo. Háganlo de nuevo, háganlo bien", rogó la mujer, mientras una multitud estallaba en aplausos. "Si mi hijo es ejecutado mañana o cualquier día, debe ser sin ninguna duda. Ni siquiera un poco de duda", de su culpabilidad.
La estrella Kim Kardashian, que lleva tiempo abogando contra la condena a muerte de Jones, los actores Kerry Washington y Mandy Patinkin, e incluso atletas profesionales como el jugador de los Cleveland Browns, Baker Mayfield, pidieron al gobernador que perdonara a Jones. Y el perdón llegó, a menos de 4 horas de que se cumpliera la ejecución.