El gobierno de Estados Unidos advirtió que podría comenzar a incumplir el pago de sus obligaciones y caer en default "muy pronto", a partir de alcanzar este viernes 7 nuevamente el límite de endeudamiento permitido por el Congreso. En otras palabras, el fantasma del default está de nuevo sobrevolando Washington.
El secretario del Tesoro, Jack Lew, dijo que el gobierno federal alcanzaría este viernes su límite de endeudamiento y que puede llegar con malabarismos financieros varios hasta fines de mes. Una vez alcanzado ese punto, el gobierno federal agotará los restantes recursos que le queden en sus cuentas, porque además el Departamento del Tesoro debe devolver impuestos a los contribuyentes.
"Sin autoridad para endeudarse, en cierto punto muy pronto no sería posible cumplir con todas las obligaciones del gobierno federal", declaró Lew al tomar la palabra durante un acto en el Centro de Política Bipartidista.
El techo de la deuda ha sido una fuente reiterada de conflictos en Washington, mientras el Congreso discute sobre la forma de encaminar las finanzas del país. Lew destacó que el gobierno federal no debería abordar problemas fiscales de largo plazo este año, porque ya ha avanzado en la reducción del déficit fiscal. En octubre pasado el Congreso y el Ejecutivo de Barack Obama postergaron el techo de deuda, fijado en 16,7 billones de dólares, hasta el 7 de febrero, es decir, este viernes. Si el límite de endeudamiento no se eleva para esa fecha el Tesoro comenzará a transferir dinero entre cuentas gubernamentales. Un truco que le dará oxígeno durante unas semanas. Pero una vez que pierda ese margen el Tesoro pagaría sus gastos dependiendo únicamente de los ingresos y del dinero que quede en las cuentas públicas. En otras palabras, el Tesoro no podrá emitir más bonos de deuda.
Si se agotan los recursos, el gobierno federal podría comenzar a interrumpir los pagos de su deuda y otras obligaciones, como las jubilaciones. Muchos economistas creen que un default estadounidense podría desencadenar el pánico financiero y tal vez incluso una depresión económica global.
Según The Washington Post, el Congreso "se mueve a un ritmo glacial". El diario señala que el jefe de la Cámara baja, el republicano John A. Boehner, declaró la semana pasada que no permitiría que el país caiga en default. Pero los republicanos de la Cámara baja han retornado de las vacaciones de invierno "sin una estrategia para elevar el techo de deuda". La opción que se plantea desde filas republicanas consiste en dar un año de extensión al techo de deuda, pero a cambio de prohibir "salvatajes" para el nuevo sistema de salud implementado por Obama, el llamado "Obamacare". Los republicanos resisten esta reforma de la salud pública con uñas y dientes, y esto es un peligro para las negociaciones sobre la deuda.