Washington.— El gobierno del presidente Barack Obama eligió al prestigioso
abogado Kenneth Feinberg como zar con poderes absolutos para fijar y controlar los ingresos de los
175 ejecutivos mejor pagos de siete de las mayores empresas rescatadas, que han recibido miles de
millones en ayudas estatales para sobrevivir. Según informó el New York Times, entre los directivos
se encuentran el presidente de la junta directiva del Bank of America, el presidente del Citigroup
y el nuevo presidente de la insolvente General Motors.
En vez de establecer por sí mismo las compensaciones y salarios, el secretario
del Tesoro, Timothy Geithner, eligió a este abogado, muy conocido en los círculos de gobierno en
Washington y que se ha encargado de fijar las compensaciones de las víctimas del 11-S.
Las bonificaciones de los altos cargos desataron toda una tormenta política a
principios de año, en plena crisis financiera, cuando se supo que los ejecutivos de la sección de
derivados de la aseguradora AIG, precisamente en quiebra por las pérdidas en este sector, recibían
miles de millones en pagas extra. Altos ejecutivos de Merrill Lynch también cobraron primas
millonarias mientras el banco recibía miles de millones de dólares para sobrevivir y poco antes de
unirse al Bank of America.
"La crisis financiera tiene muchas causas, pero los pagos a directivos también
contribuyeron a ello", indicó ayer Geithner durante la presentación de nuevos lineamientos para el
pago de altos ejecutivos.
Buscando límites. "Los ingresos deben estar vinculados a rendimientos, para que
los estímulos a directivos y otros empleados lleven a una productividad a largo plazo", explicó
Geithner. "También deberán evaluarse importantes indemnizaciones para directivos que se alejan de
las compañías. Además, las estructuras de remuneraciones no deberían estimular a hacer frente a
riesgos desmedidos", agregó.
Feinberg también revisará los ingresos más importantes de la aseguradora AIG, en
manos del Estado; la automotriz Chrysler; Chrysler Credit y el ex brazo financiero de General
Motors, GMAC, según informó el New York Times.
Para otras 80 instituciones financieras que recibieron ayudas millonarias debido
a la crisis económica, Feinberg elaborará una nueva estructura salarial, pero no establecerá como
en las otras siete compañías la cifra exacta de los montos percibidos.
El martes pasado, diez de los mayores bancos del país recibieron permiso para
devolver el dinero prestado por el erario, justo a tiempo para las nuevas regulaciones
salariales.
Tercer intento. El anuncio que hizo Geithner ayer es el tercer intento de
Washington para responder a la ola de indignación pública que causaron las altas bonificaciones que
se pagaron a ejecutivos de empresas al borde de la bancarrota.
El pasado 4 de febrero el gobierno difundió una propuesta que limitaba a 500.000
dólares la paga de los máximos ejecutivos, y también limitaba las compensaciones adicionales a
derechos de suscripción de acciones, que sólo pueden ser ejercidos una vez que la firma haya
devuelto el dinero, con intereses, al gobierno.
Sin embargo este plan no conformó a nadie, a medida que la prensa revelaba más
detalles sobre las millonarias pagas a ejecutivos.
Cuando el Congreso aprobó el programa de estímulo económico de 787.000 millones
de dólares, también se incluyeron medidas más duras contra este tipo de bonificaciones. Una de
estas normas limitaba las bonificaciones a un tercio más, como máximo, de los salarios anuales.