Washington. - Las autoridades estadounidenses desbarataron un complot de dos hombres vinculados al gobierno iraní para atacar en Washington las embajadas de Israel y Arabia Saudita, y asesinar al embajador saudita. La trama incluía, según la cadena ABC News, atentar también contra las legaciones de esos países en Buenos Aires. Sin embargo, el Departamento de Justicia estadounidense no mencionó objetivos en Buenos Aires en ninguna declaración, en tanto la Cancillería argentina no hizo ninguna mención al respecto.
El fiscal general Eric Holder dijo que uno de los hombres acusados de la conspiración, ambos originarios de Irán, fue arrestado y confesó. El otro hombre, aún prófugo, fue descrito como un miembro de la fuerza de elite Quds, que es parte de la Guardia Revolucionaria Islámica de Irán. "Importantes funcionarios (iraníes) en esas agencias (...) fueron responsables de esta conspiración", dijo Holder en una conferencia de prensa. "Creo que debe de preocupar la escalofriante naturaleza de lo que el gobierno iraní intentó hacer", añadió.
"Guión prefabricado". Irán refutó rápidamente las acusaciones. El portavoz de la Cancillería Ramin Mehmanparast dijo que las acusaciones eran un guión prefabricado y un espectáculo ridículo. "Estos comportamientos anticuados están basados en las viejas políticas hostiles sionistas y estadounidenses, y son un espectáculo ridículo para provocar divisiones", dijo Mehmanparast. Por su parte, Arabia Saudita calificó al complot de "una despreciable violación de las normas y convenciones internacionales".
Según dijo ayer Holder, los iraníes habrían involucrado al cartel mexicano de drogas para que llevara a cabo el atentado contra Adel al Jubeir a cambio de 1,5 millón de dólares. Según la CNN, se trataría del grupo Los Zetas. El diplomático saudita se encuentra en Washington desde 2007. Al parecer, la idea era matarlo en un restaurante que frecuentan incluso senadores estadounidenses.
Hasta ahora se presentaron cargos contra Manssor Arbabsiar, de 56 años, un ciudadano naturalizado estadounidense que también tiene pasaporte iraní, y Gholam Shakuri, que fue identificado como un miembro de las fuerzas especiales iraníes Quds de las Guardias Revolucionarias que opera desde Irán, indicaron funcionarios estadounidenses.
Al parecer, Shakuri es conocido por apoyar al terrorismo internacional. Estados Unidos acusa a estos dos hombres de varios delitos, entre ellos planes de "usar un arma de destrucción masiva". Arbabsiar fue arrestado el 29 de septiembre en el aeropuerto Kennedy de Nueva York y se presentó ayer ante los tribunales de Nueva York. Shakuri sigue en libertad. "La demanda afirma que esta conspiración fue concebida, financiada y dirigida desde Irán, en flagrante violación de la ley estadounidense e internacional", dijo Holder.
Informante de la DEA. Los planes fueron descubiertos por el FBI y la agencia antidrogas estadounidense, la DEA. La trama fue al parecer revelada por un "informante confidencial" de la DEA, que se reunió con Arbabsiar en México en mayo. El informante se hizo pasar por un "socio de un violento cartel de tráfico de drogas internacional", dijo Holder. Arbabsiar transfirió entonces unos 100.000 dólares a una cuenta en un banco estadounidense como adelanto por el asesinato, según Holder, quien agregó que México cooperó en la investigación.
Estados Unidos acusa desde hace tiempo a Irán de fomentar el terrorismo, y en 2007 emitió sanciones contra las Guardias Revolucionarias y sus miembros por actividades terroristas. Las relaciones ya eran tensas entre la república islámica y Washington, que acusa a Teherán de apoyar al terrorismo y buscar la fabricación de armas nucleares, algo que Irán niega.
Aislamiento
La secretaria de Estado norteamericana, Hillary Clinton, llamó a la comunidad internacional a tomar fuertes medidas contra Irán en vistas de los presuntos planes de atentados. Clinton dijo que Irán debía ser aislado aún más. La funcionaria agregó que Estados Unidos hablará con sus socios y amigos en todo el mundo para encontrar la forma de enviar “un fuerte mensaje” a Teherán.