Nueva York. — El congresista demócrata por Nueva York Anthony Weiner se sumó esta semana a una larga lista de políticos estadounidenses sorprendidos en escándalos de connotación sexual, que a la postre se vuelven más conocidos por sus insinuaciones íntimas que por sus logros.
La admisión del diputado de haber enviado fotos y textos obscenos a varias mujeres por Internet se produce cuatro meses después que un legislador del norte del Estado de Nueva York, el republicano Chris Lee, renunció cuando las fotos de su torso desnudo que había enviado a una mujer fueron publicadas en línea. Una demócrata, Kathy Hochul, ganó una elección especial para reemplazar a Lee.
El caso de Weiner terminó de explotar el lunes, cuando el congresista admitió públicamente entre lágrimas haber mantenido varias relaciones inadecuadas con mujeres en Internet. “Lamento profundamente lo que he hecho pero no voy a dimitir”, declaró el legislador, que era considerado una estrella en alza en el Partido Demócrata. De hecho se esperaba que Weiner se presentara a las elecciones a la alcaldía de Nueva York en 2013.
En los dos partidos. En los últimos meses los escándalos sexuales han estado a la orden del día en los dos partidos y en otros puntos de EEUU. El ex gobernador de California Arnold Schwarzenegger, un republicano, admitió el mes pasado haber tenido un hijo con una empleada doméstica.
El ex senador John Edwards —un demócrata que buscó dos veces la candidatura presidencial de su partido y fue candidato a vicepresidente de John Kerry en 2004— fue instruido de cargos la semana pasada, acusado de haber violado las leyes que regulan las finanzas de las campañas al utilizar fondos para ocultar a su amante y su bebé poco antes de las primarias presidenciales de 2008.
El senador republicano John Ensign renunció a su cargo el mes pasado, un día antes de la fecha en que debía atestiguar ante un panel de ética del Senado sobre una aventura amorosa con la esposa de un alto asistente y un pago de los padres del legislador a la familia de la asistente.
Arriesgan todo. Entre todas las grandes ciudades, Nueva York ha emergido como un centro de políticos negligentes que arriesgan su cargo, sus familias y sus reputaciones por el sexo.
El representante demócrata Eric Massa renunció el año pasado en medio de denuncias de que hostigó sexualmente a miembros varones de su personal. Por su parte, el representante republicano Vito Fossella, casado y con tres hijos, se vio obligado a admitir que había tenido una hija con una amante.
Uno de los escándalos sexuales en Nueva York involucró al ex gobernador demócrata Eliot Spitzer, quien renunció en 2008 después de haber sido identificado como el “cliente número 9” en una redada por prostitución. Antes de ser gobernador en 2006, Spitzer, ex procurador general del Estado, había ganado fama nacional por su persecución a las bandas dedicadas a la prostitución. (AP)