El FBI anunció que frustró lo que describió como un complot de una milicia no identificada para derrocar al gobierno de Michigan y secuestrar a su gobernadora, la demócrata Gretchen Whitmer, y acusó formalmente a seis personas “por violar la Constitución”. Whitmer ha recibido amenazas de muerte por su posición favorable a las cuarentenas y los controles de distancia social contra el Covid-19 de parte de grupos de extrema derecha.
En una declaración bajo juramento presentada ante una corte federal, un agente del FBI aseguró que “varios miembros (de una milicia) hablaron sobre asesinar «tiranos» o «tomar» a un gobernador en funciones”, informó el diario The Detroit News, el primer medio de Estados Unidos que denunció la actividad política de esta milicia a principios de año.
Según el documento, el supuesto complot involucró a miembros de una milicia de Michigan, uno de los Estados claves para ganar la Presidencia en las elecciones del 3 de noviembre y en donde el candidato opositor, el demócrata Joe Biden, cuenta con una importante ventaja de siete puntos según las últimas encuestas.
La milicia no fue identificada, pero según el informe del FBI, los miembros se reúnen periódicamente en áreas remotas del estado para entrenar con armas de fuego, realizar ejercicios tácticos y son fervientes opositores a las restricciones impuestas por la pandemia. La conspiración descrita por el FBI involucró específicamente a al menos seis personas que fueron acusados formalmente: Adam Fox, Kaleb Franks, Daniel Harris, Brandon Caserta, Kaleb Franks y Ty Garbin. Según el FBI, los conspiradores vigilaron en por lo menos dos ocasiones la casa de vacaciones de la gobernadora Whitmer y discutieron su secuestro en un “lugar seguro” en el estado vecino de Wisconsin, donde, según el plan, sería “juzgada” por traición antes de las elecciones del 3 de noviembre.
La investigación se remonta a principios de 2020, cuando el FBI se enteró a través de las redes sociales que se estaba discutiendo el derrocamiento a través de la fuerza de varios gobiernos estatales y ataques contra miembros de las fuerzas de seguridad. En junio, “el FBI entrevistó a un miembro de la milicia que estaba preocupado por los planes del grupo de apuntar y matar a agentes de policía, y esa persona accedió a convertirse en una fuente confidencial", explicó el agente del FBI ante los tribunales.
Ese mismo mes, dos de los acusados y otras 13 personas de varios estados celebraron una reunión en Dublin, Ohio, y a fines de junio, uno de los conspiradores publicó en Facebook un video en el que se quejaba del sistema judicial y las restricciones a los gimnasios de Michigan por la pandemia. “En un momento, varios miembros hablaron sobre gobiernos estatales que creían que estaban violando la Constitución de Estados Unidos, incluido el gobierno de Michigan y la gobernadora Gretchen Whitmer”, relató el agente del FBI ante la Justicia. “Fox (uno de los acusados) se refirió a la gobernadora Whitmer como 'esta tirana puta' y dijo: 'No sé, muchachos, tenemos que hacer algo'“, concluyó el relato.
La gobernadora Whitmer no hizo comentarios. Sin embargo, rápidamente recibió apoyos de todo el espectro político partidario. “Una amenaza contra nuestra gobernadora es una amenaza contra todos nosotros”, tuiteó el líder de la mayoría del Senado estatal, el republicano Mike Shirkey.
En Estados Unidos, no es inusual ver personas vestidas con ropa militar de camuflaje con armas de guerra en manifestaciones políticas. Recientemente estos grupos armados ganaron notoriedad cuando el presidente Donald Trump justificó a un joven miliciano supremacista blanco que mató a dos manifestantes antirracistas en Wisconsin.
Whitmer ha sido objeto de múltiples amenazas de muerte debido a sus esfuerzos para contener la pandemia de Covid-19 en Michigan y por su decisión de ordenar el confinamiento en todo el territorio. En primavera, una multitud de manifestantes armados entraron en el edificio sede del Gobierno estatal y pidieron el fin del estado de emergencia en Míchigan.