Dilma hizo más cambios obligados en su gabinete
La presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, destituyó al titular del Ministerio de Relaciones Institucionales, Luiz Sergio de Oliveira, correligionario suyo en en el Partido de los Trabajadores (PT).
11 de junio 2011 · 01:00hs
Brasilia. — La presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, destituyó al titular del Ministerio de Relaciones Institucionales, Luiz Sergio de Oliveira, correligionario suyo en en el Partido de los Trabajadores (PT). Oliveira será trasladado al Ministerio de Pesca, cuya actual titular, Ideli Salvatti, lo reemplazará en el Ministerio de Relaciones Institucionales y por lo tanto se hará cargo de las complejas relaciones con el Congreso. El enroque de ministerios se da en el marco de la profunda crisis desatada en el gobierno de Rousseff por la salida obligada de su jefe de gabinete, Antonio Palocci, bajo acusaciones de enriquecimiento ilícito, el pasado martes.
Palocci, figura de enorme experiencia y gravitación en el gobierno, era el principal interlocutor del Ejecutivo con el Congreso. Debió abandonar el cargo al saberse que su patrimonio aumentó 20 veces en los últimos cuatro años. La senadora Gleisi Hoffmann, quien reemplazó a Palocci, dejó claro que no asumirá funciones de diálogo con el Poder Legislativo y que su principal tarea será la de coordinar los proyectos de los varios ministerios. “Palocci era una especie de primer ministro, pero Hoffmann no es una primera ministra”, resumió el diputado opositor Chico Alencar, del Partido Socialismo y Libertad (PSOL). La salida de Palocci hizo entonces inevitable el cambio de mando en el Ministerio de Relaciones Institucionales, ya que el desempeño de Luiz Sergio de Oliveira era duramente criticado por legisladores oficialistas, que lo apodaban “el camarero”, porque “se limitaba a apuntar los pedidos” hechos al gobierno. El papel de “puente” entre la Presidencia y la heterogénea y siempre exigente coalición gubernamental en el Congreso le corresponderá ahora a Salvatti. Es fundadora del PT en el sureño Estado de Santa Catarina, cumplió dos mandatos como diputada federal y fue líder de la bancada oficialista en el Senado durante el pasado gobierno de Lula da Silva.
El cambio generó aprobación de parte de los aliados. El vicepresidente Michel Temer y el presidente del Senado, José Sarney, dos de los máximos exponentes del centrista Partido del Movimiento Democrático Brasileño (PMDB) —el principal socio de la coalición gubernamental— aseguraron a Rousseff que la agrupación apoyará a la nueva ministra. A su vez, el vicelíder oficialista en el Senado, Gim Argello, del derechista Partido Laborista Brasileño (PTB), se manifestó confiado en la superación de los roces entre aliados y gobierno. “Estoy seguro de que ahora la senadora Salvatti hará cumplir todas las demandas, fue una excelente elección de la presidenta Dilma Rousseff”, festejó Argello.
El caso es que a menos de seis meses de su investidura Rousseff enfrenta quejas de legisladores insatisfechos por el estado de las relaciones del Ejecutivo con sus aliados en el Congreso.
“Con Lula había más diálogo”. Un reportaje publicado por el diario Folha de Sao Paulo reveló que esta insatisfacción es más aguda en el PMDB, con 98 representantes en el Congreso. Según el diario, 55 de los 95 consultados sostuvieron que las relaciones con la Presidencia eran mejores durante el gobierno de Lula (2002-2010). La principal queja se refiere a “falta de diálogo” con el Ejecutivo: “Falta diálogo, no somos recibidos en audiencias, sentimos un cierto autoritarismo por parte del Ejecutivo”, expresó el diputado Marcelo Castro. “El gobierno Lula era un gobierno político, a él le gustaba hacer política”, lamentó, nostálgico, otro diputado del PMDB, Danilo Forte. El problema, entonces, no sería tanto el ministro que esté a cargo de la relación Ejecutivo-Legislativo, sino el carácter más cerrado y menos dado a la negociación de la presidenta Rousseff. Un dato clave en un sistema político en el que el Ejecutivo depende de una amplia y heterogénea coalición parlamentaria. En tanto, ayer Lula se reunió con el presidente electo del Perú, Ollanta Humala.