Santa Clara, Cuba. — El presidente cubano, Raúl Castro, cedió el micrófono
a su número dos en el principal discurso del año. Su reemplazante se limitó a bajar las
expectativas existentes y explicó que el gobierno continúa buscando soluciones a los problemas del
país, pero “a su propio ritmo”. El acto por el aniversario del asalto del cuartel
Moncada en 1953, fecha de primer orden en la isla, tuvo así un sabor decepcionante para millones de
cubanos, que esperaban novedades, sobre todo en el terreno de la economía.
Raú, un general de 79 años, aplaudió desde la primera fila el discurso
del vicepresidente José Ramón Machado Ventura. “Continuaremos el estudio, el análisis y la
toma de las decisiones que conduzcan a superar nuestras deficiencias en todos los órdenes y a
perfeccionar nuestra sociedad”, dijo el número dos del gobierno cubano. Machado Ventura es
considerado un miembro del ala más conservadora de la cúpula comunista. “Actuaremos sin
soluciones populistas, demagógicas o engañosas. Proseguiremos con sentido de responsabilidad, paso
a paso al ritmo que determinemos nosotros, sin improvisaciones ni precipitaciones”, añadió.
Es la primera vez que Raúl Castro no se dirige a los cubanos con ocasión
del Día de la Rebeldía (así se llama oficialmente a la fecha) desde que reemplazó hace cuatro años
a su convaleciente hermano Fidel. Muchos esperaban que anunciara medidas esbozadas hace ya cuatro
años, cuando asumió el poder con la promesa de mejorar la deteriorada calidad de vida de los
cubanos.
Cuba atraviesa por una difícil situación económica, con problemas de
liquidez acentuados por su dependencia de las importaciones. Cubanos consultados antes del mitin
dijeron que esperaban reformas, como por ejemplo la privatización de pequeños negocios y una
disminución del control del Estado sobre la rígida economía.