La Habana. — El disidente cubano Guillermo Fariñas puso fin a 135 días de
huelga de hambre en respuesta al anuncio de la liberación de 52 detenidos realizado el miércoles
por el gobierno de la isla junto con la Iglesia Católica. El régimen cubano liberará en lo
inmediato a cinco presos políticos, en la primera fase de la excarcelación de estos 52 detenidos.
Diversos países se dijeron dispuestos a recibir a los liberados, dado que serán expulsados de Cuba
a cambio de su libertad. Organizaciones de derechos humanos saludaron estos avances, pero
reclamaron la libertad de la totalidad de los presos políticos, cifrados en 167, y el fin de la
legislación represiva que rige en la isla.
“Como adelantamos ayer (miércoles), cinco prisioneros podrán salir
rumbo a España en los próximos días”, en compañía de sus familiares, anunció el arzobispado
de La Habana en una nota de prensa. Otros seis disidentes serán trasladados en las “próximas
horas” a prisiones cercanas al lugar donde residen sus familiares como paso previo a su
excarcelación definitiva, agregó la Iglesia. De modo que en total serían 11 las liberaciones de
esta primera etapa.
La prometida liberación de los 52 presos políticos, encarcelados desde
marzo de 2003 en una ola represiva ordenada por Fidel Castro, es el paso más contundente dado por
su hermano Raúl ante las persistentes críticas internacionales sobre la grave situación de los
derechos humanos en la isla. Por la cifra de liberados, es el caso más importante desde 1998,
cuando el Papa Juan Pablo II visitó Cuba. Entonces se ordenó liberar a 101 detenidos políticos.
El caso Zapata. El rechazo de la comunidad internacional alcanzó un punto extremo ante la muerte
en febrero pasado del disidente Orlando Zapata, tras 85 días de huelga de hambre. La muerte de
Zapata dejó muy aislado al régimen, especialmente entre los países europeos. Fue entonces que
Fariñas declaró su huelga de hambre, para tomar la posta dejada por Zapata. Fariñas exigía la
liberación de 23 presos en grave estado de salud. Ayer, en el día 135, dijo que terminaba con esta
medida. “Hasta el plazo dado por las autoridades cubanas a la alta jerarquía católica
nacional, yo pospongo mi huelga de hambre y sed”, dijo Fariñas en un comunicado leído por la
portavoz Licet Zamora desde el hospital de Santa Clara, donde el disidente recibe cuidados
intensivos. Opositores que viajaron a Santa Clara para pedir a Fariñas que pusiera término a su
huelga, aplaudieron la decisión. “Es una señal de que al parecer el gobierno cubano actual
está adoptando una línea pragmática. Esperemos que esto sea una línea de comprensión para todos los
que no pensamos como el gobierno cubano”, se esperanzó Félix Bonne, opositor que iba a entrar
en huelga de hambre si Fariñas fallecía.
El inédito diálogo iniciado en mayo entre la Iglesia y el gobierno había
conseguido hasta ahora la liberación de un preso, muy enfermo, y el traslado de otra docena a
cárceles cercanas a sus familias. Familiares de los primeros disidentes que serán liberados
expresaron sorpresa y alegría por la noticia. “Estoy muy nerviosa, pero contenta porque va a
suceder”, dijo por teléfono a la agencia Reuters Moralinda Paneque, madre de José Luis García
Paneque, de 44 años y condenado en 2003 a 24 años de cárcel. Mireya Pentón, madre del disidente
Lester González, condenado a 20 años, comentó: “Tengo mucha alegría, estoy muy agradecida por
esas conversaciones del gobierno y la Iglesia y del gobierno de España también”.
Moratinos, exultante. El ministro de Exteriores de España, Miguel Angel Moratinos, quien viajó a
La Habana para cerrar la negociación, aplaudió la decisión y dijo que espera que lleve al cambio de
la “Posición Común” de la Unión Europea, que condiciona las relaciones con Cuba a
cambios políticos y al respeto de los derechos humanos. “Se abre una nueva etapa para
Cuba”, remarcó Moratinos.
Por su parte, la secretaria de Estado estadounidense, Hillary Clinton,
dijo que su gobierno estaba “animado” con el anuncio. “Creemos que eso es una
señal positiva”, dijo tras considerar sin embargo que la medida “pudo haber llegado
antes”. l