La primera ministra británica, Theresa May, fue criticada hoy por la oposición de su país por no haber consulado al Parlamento antes de atacar esta madrugada Siria junto con Estados Unidos y Francia.
May insistió en que los ataques contra las instalaciones de armas químicas en Siria fueron "correctos y legales" y que tenían como objetivo "aliviar el sufrimiento humanitario" de los civiles sirios,
Sin embargo, el líder laborista, Jeremy Corby, afirmó que se trató de una actuación "legalmente cuestionable". "Las bombas no salvan vidas ni traen paz", dijo Corbyn, para quien May "debería haber buscado la aprobación parlamentaria".
"Esta actuación legalmente cuestionable amenaza con agravar, como admitió el secretario de defensa estadounidense, James Mattis, un conflicto ya devastador", dijo Corbyn. Según el líder laborista, el Reino Unido "debería jugar un papel líder para lograr un alto el fuego en el conflicto, no aceptar instrucciones de Washington".
May prometió hoy informar al Parlamento y responder a las preguntas de los diputados el próximo lunes.
Para la líder del Partido Nacional Escocés, Nicola Sturgeon, los ataques de Occidente en Siria lograron poco previamente. "Nada que haya escuchado me convence de que lo vayan a hacer ahora", añadió.
"Debe seguirse una estrategia para la paz, no un rumbo que suponga el riesgo de una peligrosa escalada", tuiteó. Para Sturgeon, "la política exterior del Reino Unido debería establecerla el Parlamento, no el presidente estadounidense.
También criticó la actitud de May el líder de los liberal demócratas, Vince Cable, que considera que prescindir del mandato parlamentario "socava gravemente la integridad de la misión". "Muestra a un Gobierno débil poniendo la convenciencia a corto plazo por delante de la democracia y, de esa forma, disminuyendo la posición de Reino Unido en el mundo", añadió.
La coalicón Stop the War se manifestará de nuevo el lunes y hoy aseguró que los ataques suponen un riesgo de que "se amplíe dramáticamente la guerra" en Siria.