Ante el masivo ataque con armas químicas en las afueras de Damasco del miércoles, los especialistas alertan que en cuestión de horas buena parte de las pruebas podría evaporarse. A su vez, el gas utilizado sería sarín fabricado en Rusia al que se le agregó un químico suministrado por Irán, según creen expertos que conocen el arsenal sirio. Una comisión de expertos en armas químicas de la ONU se halla en Damasco desde el domingo, pero no fue autorizada por el gobierno de Bashar Assad a visitar la zona atacada, pese al clamor internacional en ese sentido.
El peor. Varios expertos consultados por la agencia británica Reuters creen que se usó un agente nervioso, en el que sería el peor ataque con armas químicas en un cuarto de siglo. Los videos y testimonios hablan efectivamente de un bombardeo con cohetes de gran porte. Los expertos sospechan que un fosfato orgánico, posiblemente gas sarín, estuvo involucrado en el ataque. Este agente podría haber sido mezclado con otras sustancias que actuaron como conservantes o para intensificar los efectos del gas.
"Puesto que no son agentes persistentes, éstos se disipan muy rápidamente", advirtió Hamish de Bretton-Gordon, ex jefe de la fuerza contra ataques nucleares, biológicos y químicos de Gran Bretaña que ahora trabaja como contratista privado. "En términos puramente militares, la idea es dejar caer estas cosas sobre la población, matar a muchas personas rápidamente y luego que tus propias fuerzas puedan entrar sin sufrir consecuencias", explicó. Con este fin el agente químico debe descomponerse rápidamente.
Entre los gobiernos occidentales existen pocas o ninguna duda de que las fuerzas de Assad lanzaron el ataque contra zonas urbanas bajo control rebelde.
Mientras decenas de videos filmados con cámaras de celulares se diseminaban por Internet horas después del ataque, la escala del bombardeo claramente superó cualquier ataque con gas previo como los que fueron a investigar los expertos de la ONU llegados el pasado domingo a Damasco. Es el caso más grave desde que Saddam Hussein lanzó un asalto químico en la ciudad kurda de Halabja en 1988 que causó 3.000 muertos.
Indicios claros.Los rebeldes sirios denunciaron que entre 500 y 1.300 personas perdieron la vida en el ataque, lanzado antes de amanecer, cuando la gente dormía. Expertos consultados por Reuters sostienen que el número relativamente alto de sobrevivientes sugiere que el arma química más poderosa de Siria, el gas VX, no fue utilizada. Una gota de VX puede matar y convertir una zona en letal por un largo tiempo. Una diferencia clave entre el sarín y el VX consiste en que el primero debe ser inhalado para producir sus efectos, en cambio el VX daña al solo contacto con la piel. En el primer caso basta de protección una máscara antigas, en el segundo, sólo da protección un traje completo, con los que únicamente cuentan las fuerzas armadas de pocos países. Se sospecha que la zona atacada, al este de Damasco, fue blanco de gas sarín "mejorado". La zona, Goutha, es un centro de resistencia a las fuerzas de Assad. "Esta ha sido una zona donde ha habido un punto muerto militar, y en ese sentido, podría tener lógica (militar) para Assad usar armas químicas como parte de una ofensiva más amplia", explicó Firas Abi Ali, analista de Medio Oriente de IHS Country Risk.
No todos los misiles lanzados el miércoles parecían llevar armas químicas, de acuerdo al rebelde Ejército Libre de Siria, pero los que sí lo tenían parecían contener sarín. Se trataría de un sarín creado en Rusia llamado CS3, que fue "mejorado" con un amoníaco líquido suministrado por Irán.
Sin especialistas. Analistas y funcionarios de Occidente dicen que los rebeldes capturaron algunos equipos químicos básicos al ejército, pero dudan de que puedan tener la capacidad de lanzar un ataque de la magnitud del que tuvo lugar el miércoles en Siria. Otros señalan que como los químicos que componen un arma se mezclan poco antes de lanzar el ataque, se necesitan especialistas en su manipulación que los rebeldes no tienen. Al contrario, Assad y su régimen cuentan con 40 años de experiencia y uno de los programas de armas químicas más avanzados del mundo.