Madrid.- Queda aproximadamente un mes para que Mariano Rajoy sea investido como nuevo jefe del gobierno español y forme su Ejecutivo, pero ya está recibiendo presiones para aplicar reformas inmediatas ante la situación económica en la que se encuentra España, a la que le cuesta cada vez más financiarse y cuya prima de riesgo sigue en zona de rescate también tras las elecciones del domingo.
La canciller alemana, Angela Merkel, pidió a Rajoy reformas “sin demora”. En el telegrama de felicitación por el triunfo electoral que le envió el lunes, y que fue difundido ayer por el Partido Popular (PP), Merkel asegura que los ciudadanos le han dado “un mandato claro” para hacer reformas en “este momento difícil para España y para Europa”.
Rajoy y Merkel, que el lunes conversaron por teléfono, se verán el próximo 8 de diciembre en Marsella en el congreso del Partido Popular Europeo. El líder del PP también se encontrará allí con el presidente francés Nicolas Sarkozy y otros gobernantes de la zona euro, a quienes supuestamente adelantará cómo será su política económica.
Altos intereses. Al borde de una nueva recesión y con una tasa de desempleo del 21,52 por ciento, España ve ahora también cómo le va saliendo cada vez más caro financiarse. Por su deuda a corto plazo paga ya intereses más altos que los que están pagando Grecia y Portugal, dos de los países de la eurozona que necesitaron rescates financieros.
En la primera emisión de deuda tras la abrumadora victoria de Rajoy en los comicios generales, el Tesoro Público español colocó ayer casi 3.000 millones de euros en letras a tres y seis meses a unos intereses marginales superiores al 5,22 y el 5,33 por ciento, los valores más altos desde 1993 y 1997 respectivamente. La prima de riesgo, el diferencial entre el bono español a diez años y el alemán del mismo plazo, alcanzó ayer niveles cercanos a los 470 puntos básicos.
La agencia de calificación Fitch pidió ayer al futuro gobierno de Rajoy “medidas adicionales” a las que ya tomó el Ejecutivo socialista de José Luis Rodríguez Zapatero. La victoria electoral, señaló Fitch, “ofrece una ventana de oportunidad”. La agencia pretende ver un “ambicioso y radical programa de reformas estructurales y fiscales” que “sorprenda” a los inversores.
Por su parte, Standard & Poor’s ya apuntó el lunes que “la clara mayoría” del PP en las urnas “podría facilitar la implementación anticipada de medidas de reforma”. Tanto esta agencia como Fitch mantuvieron la nota de solvencia que dan a España (AA-), pero dejan la puerta abierta a futuras bajadas en función del déficit público.
Rajoy tendrá que recortar 16.000 millones de euros en gastos en los presupuestos generales del Estado para 2012 para cumplir con el 4,4 por ciento de déficit público al que se ha comprometido España. Esa cantidad podría ser mayor si el déficit público de este 2011 supera el objetivo fijado del 6 por ciento.
La transición. Con este panorama, Rajoy quiere formar su gobierno lo antes posible dentro de los plazos que marca la ley, en cualquier caso antes de Navidad. De cara a ese momento, el gobierno en funciones de Zapatero y el PP ya iniciaron los trámites para la traspaso de poderes.
La “número tres” de la formación, Soraya Sáenz de Santamaría, a quien muchos analistas sitúan como vicepresidenta en el nuevo gobierno, se reunirá hoy en La Moncloa con el ministro de la Presidencia en funciones, Ramón Jáuregui, para arrancar con el proceso, según informaron fuentes del PP.
Sáenz de Santamaría, encargada por Rajoy del traspaso, tiene el encargo del líder del PP de acelerar los trámites todo lo posible. El nuevo Parlamento español se constituirá el 13 de diciembre. A partir de ahí, el rey Juan Carlos mantendrá la ronda de consultas con los partidos con representación parlamentaria que marca la Constitución para proponer un candidato a la presidencia del gobierno. Sólo después Rajoy podrá ser investido. Y tras su investidura podrá nombrar gobierno.