Una serie de nueve reuniones de la cúpula del Congreso con grandes empresarios, representantes de los bancos y del mercado financiero dio lugar a un movimiento político de intervención en las direcciones del gobierno del presidente Jair Bolsonaro. Los más de 300.000 muertos en la pandemia y la situación cada vez más insostenible de la economía llevaron a los presidentes de la Cámara de Diputados, Arthur Lira (Progresistas), y del Senado, Rodrigo Pacheco (DEM), a sintonizar el discurso con el mercado. Ambos han planteado la destitución (impeachment o juicio político) como una posibilidad si fracasan las conversaciones con el gobierno, asegura el portal Estadao, del diario O Estado de Sao Paulo.
Las demandas más urgentes del sector económico son la destitución de los ministros de Asuntos Exteriores, Ernesto Araújo, y de Medio Ambiente, Ricardo Salles. La evaluación recurrente en las reuniones es que Araújo obstaculiza las negociaciones de vacunas e insumos de India y China. Ya Salles, que comanda la criticada política medioambiental brasileña, es visto como un obstáculo en la relación con Washington, sobre todo ahora que el país aspira a las vacunas excedentes de Estados Unidos.
Los ministros en la mira argumentan que la presión sobre ellos es para usar sus dos altos cargos, muy ambicionados, para negociar con el "Centrao", el heterogéneo conjunto de bancadas que apoya al Gobierno. Cuando Lira y Pacheco llegaron a sus cargos el 2 de febrero pasado, el "Centrao" dio los votos vitales para esa consagración, pero al parecer se quedó esperando más beneficios del Gobierno de Bolsonaro de los que hasta ahora le llegaron. Para los empresarios, la intención es otra, satisfacer la principal demanda del sector económico y asegurar una "ganancia de imagen" para Brasil.
Cumbre en una casa particular
El pasado lunes por la noche, Washington Cinel, empresario del sector de la seguridad privada, recibió a los presidentes de la Cámara y del Senado en su casa en San Pablo. Participaron en la reunión presencial _pero a distancia de seguridad, aseguran_ figuras de gran peso en la economía brasileña, como Luiz Carlos Trabuco Cappi, del grupo Bradesco, Carlos Sánchez (SEM) y André Esteves (BTG Pactual). Las conversaciones fueron precedidas por breves discursos de Lira y Pacheco. Otros dirigentes se sumaron por Zoom.
Los empresarios informaron de que la crisis sanitaria bloquea las inversiones extranjeras y afecta directamente a los planes de apertura de capital de las empresas, la salida a bolsa. "Nadie está seguro de poner dinero en Brasil, principalmente por las condiciones de salud", dijo el diputado Luizinho (Progresistas), presente en la reunión.
Reuniones como ésta se producen con regularidad. Las reuniones son promovidas una vez al mes. Antes, Lira y Pacheco habían estado en la casa de Claudio Lottenberg, hombre fuerte del Hospital Israelita Albert Einstein. Había un grupo más pequeño de empresarios del sector sanitario. La conversación versó sobre la escasez de sedantes y analgésicos, medicamentos utilizados para la intubación de pacientes en lUnidades de Cuidados Intensivos (UCI).
Los líderes del Congreso también han asistido a las poderosas cámaras empresarias Febraban y Fiesp y han participado en reuniones privadas en San Pablo con nombres importantes. Pacheco estuvo con Milton Maluhy Filho (Banco Itaú), Octavio de Lazari Jr. (Bradesco) y Roberto Sallouti (BTG). Un día antes, los dos políticos hablaron en la cámara paulista Fiesp. El 25 de febrero, Lira se reunió con Sergio Rial (Santander), entre otros.
El despido de los ministros puede ser traumático para Bolsonaro. El relevo de Salles, por ejemplo, implica una ruptura con los ruralistas, el sector que desde el principio apoyó la campaña del presidente en 2018. Sin embargo, los dirigentes del Centrão han dejado claro que la supervivencia del gobierno depende de los cambios.
Paradójicamente, cuando el 2 de febrero pasado Lira y Pacheco fueron elegidos al frente de las dos Cámaras del Congreso brasileño, se interpretó como una victoria de Bolsonaro que lo alejaba de la amenaza inmediata de ser sometido a juicio político.