Corea del Norte llevó a cabo ayer su quinta prueba nuclear, la segunda este año y con la mayor potencia hasta el momento, que provocó un sismo de al menos una magnitud de 5,3 grados y una amplia condena de sus vecinos e incluso de sus tradicionales aliados ante el temor de un aceleramiento de sus capacidades nucleares. Una "cabeza nuclear" fue detonada exitosamente, informó ayer la televisión estatal del país estalinista, que celebró ayer el 68º aniversario de la fundación de su Estado por Kim Il-sung, abuelo del actual líder Kim Jong-un. La Agencia Meteorológica surcoreana dijo que el ensayo nuclear habría tenido una potencia de entre 10 y 12 kilotones, es decir, entre el 70 y el 80 por ciento de la fuerza de la bomba atómica de 15 kilotones arrojada por Estados Unidos sobre la ciudad japonesa de Hiroshima en 1945. El cuarto ensayo nuclear de Pyongyang tuvo una potencia estimada de seis kilotones.
Corea del Norte dijo que no se filtraron materiales radiactivos, pero la detonación puso a la región alerta. En la capital norcoreana, los residentes se mostraron encantados. "Realmente es una gran noticia", manifestó Rim Jong Su, de 42 años. "Si los enemigos realizan cualquier pequeña provocación, contraatacaremos y seguramente ganaremos".
Misiles balísticos. El Instituto de Armas Nucleares norcoreano señaló que el objetivo era comprobar "el rendimiento de una cabeza nuclear". Pyongyang está en situación de fabricar cabezas nucleares de forma estandarizada que puedan montarse en misiles balísticos estratégicos y de "producir a discreción muchas cabezas con gran poder destructivo más pequeñas y ligeras y de distinto tipo", añadió. Se cree que el objetivo del líder norcoreano es tener capacidad de alcanzar a Estados Unidos.
El primer signo del ensayo fue el terremoto, cuya magnitud fue cifrada en 5,3 por las autoridades sismológicas estadounidenses, detectado cerca del sitio de pruebas nucleares de Punggye-ri, donde en enero Corea del Norte ya había llevado a cabo su cuarta prueba nuclear, según informó el estado mayor surcoreano. Pyongyang ha realizado todos sus ensayos atómicos subterráneos en estas instalaciones desde 2006. Recientemente, imágenes satelitales mostraron actividades que podrían indicar la preparación del quinto test, pese a que se lo prohíben resoluciones, que tampoco le permiten realizar test de cohetes portadores balísticos. Tras el ensayo de enero, el Consejo de Seguridad de la ONU endureció las sanciones contra el régimen, que sin embargo anunció nuevas pruebas nucleares y de misiles al considerar que tiene derecho a hacerlo. Las críticos no se hicieron esperar. La presidenta de Corea del Sur, Park Geun-hye, condenó el ensayo como una provocación que derivará en más sanciones internacionales, al tiempo que elevó el nivel de disposición de sus fuerzas de combate y celebró un encuentro de emergencia de su consejo de seguridad.
Repudio argentino. La Cancillería argentina condenó ayer el nuevo ensayo nuclear de la República Popular Democrática de Corea y enfatizó que ese accionar del país asiático "constituye una violación" de tres resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU. A través de un comunicado, "Argentina expresa su enérgico repudio" a esa acción norcoreana. El presidente estadounidense, Barack Obama, amenazó al régimen comunista con impulsar "nuevas sanciones", tras ser informado cuando regresaba precisamente de un viaje a Asia donde participó en la cumbre del G-20 en China y de la Asean en Laos.
El secretario del Gabinete de Japón, Yoshihide Suga, aseguró que el programa nuclear norcoreano "socava gravemente" la paz y la seguridad internacionales y anunció que Tokio estudiará más sanciones. También China, aliado tradicional de Pyongyang, protestó contra el ensayo. El Ministerio de Exteriores de Pekín habló de una firme oposición" de China al test subterráneo.
Rusia también condenó la prueba. Las resoluciones de la ONU tienen que cumplirse, dijo desde Ginebra el ministro de Exteriores ruso, Serguei Lavrov. A su vez, el director del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), Yukiya Amano, señaló que este quinto ensayo es "profundamente preocupante y lamentable". "Es una clara violación de las resoluciones e ignora los reiterados pedidos de la comunidad internacional", aseguró.
Tras la prueba nuclear en enero y el controvertido lanzamiento de un supuesto cohete espacial en febrero, la situación en la región es muy tensa. El lunes, Norcorea disparó tres misiles balísticos de medio alcance hacia el mar de Japón mientras en la vecina China se celebraba la cumbre del G-20, acción que fue condenada por la ONU.