Las imágenes de un comandante rebelde sirio abriendo el cadáver de un soldado de al Assad, sacandole el corazón y el hígado y (aparentemente) mordiendo el primero, desataron hoy la condena de líderes opositores y de la organización defensora de los derechos humanos Human Rights Watch (HRW).
Luego de que el hombre -identificado como Jalid al Hamad, alias Abu Sakkar- extirpa lo que parecen ser el corazón y el hígado del muerto, se lo ve sosteniéndolos en alto y diciendo a la cámara: "Lo juro a Dios, soldados de Bashar, perros, ¡les comeremos vuestros corazones e hígados!", según la transcripción de HRW del video. No está claro cuándo y dónde fueron grabadas las imágenes. En los dos años que lleva el conflicto fueron cometidas numerosas atrocidades por ambas partes.
Un prominente activista opositor, quien pidió no ser identificado, dijo a dpa que el video es auténtico, y agregó que el hermano del comandante rebelde fue asesinado por las fuerzas del régimen en Homs.
Apuntando que la mutilación de cuerpos es un crimen de guerra, HRW llamó al liderazgo de la opositora Coalición Nacional Siria y al Ejército Libre Sirio a llevar ante la justicia a los responsables. "No es suficiente con que la oposición siria condene esos coportamientos o culpe a la violencia del gobierno", señaló Nadim Houry de HRW. "Las fuerzas de oposición deben actuar firmemente para poner fin a estos abusos". "Si se descubre que el video y la identidad del autor son auténticos, ese comportamiento resultaría rechazable", dijo la opositora Coalición Nacional Siria en Estambul.
Putin y Netanyahu. En su residencia de verano en el Mar Negro, el presidente ruso Vladimir Putin ha escuchado pacientemente el pedido de hacer más para poner fin al caos en Siria. Primero estuvo el primer ministro británico David Cameron de visita en Sochi y ahora le tocó al jefe de gobierno israelí, Benjamin Netanyahu.
Pero al igual que ocurrió previamente con el secretario de Estado norteamericano, John Kerry, quien tuvo que esperar a Putin por tres horas en Moscú, no parece que haya nadie que pueda evitar que Rusia venda el sistema de defensa antimisiles del tipo S-300 a Siria, considerado el más moderno y autónomo del mundo. Se estima que serán cuatro misiles por un valor de casi 1.000 millones de dólares. Israel está fuertemente determinada a evitar que esta venta se produzca porque dotaría a Siria de un poder de fuego demasiado dañino para la segurida israelita.
Desde el comienzo de la violencia en Siria existe la creencia en Moscú de que para un jefe de Estado todos los caminos y medios son legítimos cuando se trata de asegurar su poder. Los expertos estiman que los sistemas de defensa rusos servirán principalmente para que Occidente desista de un ataque aéreo contra Siria. "Moscú impide que Siria sea bombardeada", celebró el diario sensacionalista "Komsomlskaia Pravda".
Para los rusos, Occidente se está quedando sin municiones en el duelo diplomático porque la oposición siria no cuenta con ningún líder representativo. Rusia, con poder de veto en el Consejo de Seguridad de la ONU, intenta por lo tanto presentarse más que nunca como mediador internacional en la crisis. Moscú mantiene sus planes de organizar una conferencia sobre Siria con representantes del régimen de Al Assad y de sus opositores. En su encuentro con Netanyahu, Putin reafirmó su objetivo de encontrar una solución política al conflicto a través del diálogo.
El tema sirio podría representar además un peligro para la imagen de Putin. Si cae Assad, en Moscú se cree que sería una dura derrota para el presidente ruso. Los expertos estiman que el conflicto en torno a Siria y a su oposición, financiada desde el exterior, es también usado por Putin como campaña contra sus opositores en el país. Ante una baja en su aprobación popular en Rusia, los politólogos creen que Putin ha concentrado sus fuerzas en mantenerse en el poder. Los medios estatales utilizaron por eso las visitas de Kerry, Cameron y Netanyahu para mostrar una alta valoración del presidente y sus políticas. Los encuentros para resolver la crisis continúan: a fines de esta semana se espera al secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, en Moscú, aunque por el momento no se vislumbra un cambio en la posición rusa en el conflicto.
94 mil muertos según una ONG
Más de 94.000 personas murieron en Siria desde que comenzó la revuelta contra el régimen de al Asad en marzo de 2011, según un nuevo balance publicado ayer por el Observatorio Sirio de Derechos Humanos.
Esta ONG, cuya sede se encuentra en Londres y que recaba los datos sobre la base de informaciones militares y médicas, explicó el aumento por nuevas estadísticas recibidas desde las regiones alauitas, que son controladas por el régimen y dificultan la obtención de números.