Estados Unidos aseguró que las reuniones mantenidas esta semana en Pyongyang para preparar la segunda cumbre bilateral entre el líder norcoreano, Kim Jong-un, y el presidente estadounidense, Donald Trump, que se celebrarán a fin de mes, han sido "productivas".
"Las de los últimos días han sido unas conversaciones productivas. Hemos acordado reunirnos de nuevo (antes de la cumbre)", dijo Stephen Biegun, enviado especial de Estados Unidos para Corea del Norte, citado por la agencia de noticias EFE, durante una reunión mantenida hoy en Seúl con el representante surcoreano para la desnuclearización, Lee Do-hoon.
Biegun llegó el viernes a Seúl, luego de pasar tres días en la capital norcoreana, donde mantuvo reuniones en las que se discutieron la agenda y los detalles logísticos de la segunda cumbre entre Trump y Kim, que se celebrará el 27 y 28 de febrero en Hanoi, la capital de Vietnam.
El propio Trump se refirió esta madrugada a la reunión usando los mismos términos que el enviado especial. "Mis representantes acaban de irse de Corea del Norte tras una reunión muy productiva y un acuerdo sobre el lugar y la fecha para la segunda cumbre con Kim Jong-un", escribió el mandatario en su cuenta de Twitter.
"Tendrá lugar en Hanoi, Vietnam, el 27 y 28 de febrero. Espero verme con Kim Jong-un y avanzar en la causa de la paz!", agregó Trump y afirmó que "bajo el liderazgo de Kim Jong-un, Corea del Norte se convertirá en una gran potencia económica". "Puede que (Kim Jong-un) sorprenda a algunos, pero a mi no me sorprenderá, porque he podido conocerlo y entiendo perfectamente lo capaz que es. Corea del Norte se convertirá en un tipo de cohete distinto: uno económico!", agregó el republicano. Se refería positivamente así a sus antiguas chanzas contra Kim al que llegó a llamar "hombre cohete" por su afición a dirigir el disparo de misiles.
El encuentro entre los líderes será el segundo después del celebrado en junio pasado en Singapur, donde acordaron la desnuclearización de Corea del Norte a cambio de que Washington garantice la continuidad del gobierno de Kim. Desde entonces, el diálogo quedó estancado.
Trump ya había anticipado el martes, durante su discurso del Estado de la Unión, que se reuniría a fin de mes con Kim y presentó la cumbre como parte de una "nueva diplomacia audaz".
Durante el discurso, el mandatario se alabó a sí mismo por las negociaciones con Pyongyang al asegurar que si no lo hubieran elegido presidente de Estados Unidos, ya estarían en "una guerra enorme con Corea del Norte, con millones de personas potencialmente muertas".
Preacuerdo con Seúl
A la vez, Corea del Sur y Estados Unidos llegaron ayer a un pre acuerdo sobre el futuro reparto del gasto de su alianza militar, por el que Seúl se compromete a aumentar su contribución hasta los 890 millones de dólares durante un año, según la agencia de noticias oficial surcoreana Yonhap. La firma estará presidida por los responsables negociadores, Chang Won-sam, por parte de Corea del Sur, y el estadounidense Timothy Betts, en la culminación de unas complicadas conversaciones que se desarrollaron a lo largo de una decena de encuentros.
Donald Trump exigió la culminación de estas negociaciones antes de anunciar su segunda cumbre en Vietnam con Kim Jong Un, los próximos 27 y 28 de este mes.
Sin embargo, el resultado es muy provisional. Cuando expire el año, Corea del Sur y Estados Unidos deberán volver a sentarse para negociar nuevas contribuciones para subvencionar la operación de los 28.500 soldados de las Fuerzas Armadas Estadounidenses en Corea del Sur (USFK, según sus siglas en inglés).
la primera vez. Los dos jefes de Estado se reunieron el 12 de junio pasado en Singapur.