Islamabad- La Comisión Electoral en Pakistán comunicó hoy en Islamabad que aplazaba las elecciones que se iban a celebrar el 8 de enero, una medida que llega tras el asesinato de la líder opositora Benazir Bhutto el pasado jueves.
Islamabad- La Comisión Electoral en Pakistán comunicó hoy en Islamabad que aplazaba las elecciones que se iban a celebrar el 8 de enero, una medida que llega tras el asesinato de la líder opositora Benazir Bhutto el pasado jueves.
La nueva fecha de los comicios legislativos se dará a conocer el miércoles, dijo el portavoz de la comisión, Kanwar Dilshad. El presidente, Pervez Musharraf, se dirigirá a la nación mañana por la noche, después de comisión anuncie la fecha de las elecciones, informó la agencia estatal APP.
El aplazamiento de los comicios constituye una prolongación de la crisis política que atraviesa esta potencia nuclear desde hace un año, que se agudizó tras el asesinato de la que fuera en dos ocasiones primera ministra y líder de la principal formación política de oposición, el Partido Popular de Pakistán (PPP).
“Dadas las actuales circunstancias, celebrar elecciones según el calendario, parece imposible”, dijo el portavoz Dilshad.
Otro miembro de la comisión, que desea preservar su nombre en el anonimato, dijo que la comisión estaba considerando celebrar los comicios el 22 de febrero.
Ahora se espera completar las consultas de todos los gobiernos provinciales y en función de ello se tomará una decisión.
No obstante, los dos principales partidos políticos del país, el PPP de Bhutto y la Liga Musulmana de Pakistán que dirige otro ex presidente, Nawaz Sharif, han advertido en contra de un retraso de los comicios.
“Si Irak y Afganistán pueden celebrar elecciones pese a la guerra, si naciones africanas en guerra civil pueden celebrar elecciones ¿por qué no Pakistán?”, se preguntaba el viudo de Bhutto y nuevo líder adjunto del PPP, Asif Ali Zardari, cuestionando el retraso de los comicios.
Ayaz Amir, un politólogo paquistaní, comentó que cualquier retraso en los
comicios no beneficiará a Musharraf a la hora de reconquistar el apoyo popular. El escepticismo se
ha aferrado a raíz de las afirmaciones del gobierno de que Bhutto había sido asesinada por
extremistas talibán.
La propia Bhutto, antes de ser asesinada, había afirmado que si moría los culpables estaban
dentro del gobierno de Musharraf, un militar que llegó al poder tras un golpe de Estado.
(DPA)