Con su único portaaviones navegando por el Pacífico y un flamante avión de combate a bordo, las fuerzas armadas chinas exhiben su poder a menos de un mes de la investidura de Donald Trump, quien mantiene una nueva línea frente a Pekín mucho más confrontativa que el presidente saliente Barack Obama. Significativamente, la prensa china que celebró esta exhibición de fuerza, comentó la posibilidad de abrir bases navales en Sudamérica, un subcontinente en el que Pekín ha hecho grandes inversiones y ganado mucha influencia. A su vez, los analistas de defensa señalan las debilidades de las armas chinas. El portaaviones además de ser el único que posee el país, es una antigua unidad soviética reciclada y de propulsión convencional; en frente, la Marina de EEUU cuenta con 10 portaaviones nucleares; por otro lado, el nuevo avión de caza chino es una incógnita, pero a primera vista parece una copia del último caza estadounidense, el F-35.