Chile y Uruguay son los países de la región que mejor se posicionan en materia
de libertades civiles, políticas y económicas, así como en lucha contra la corrupción. Esta es la
principal conclusión de un trabajo del Centro para la Apertura y el Desarrollo de América Latina
(Cadal) titulado "Democracia, mercado y transparencia 2007", basado en la combinación de tres
índices que miden distintas organizaciones internacionales
El informe señala que la mejor fórmula para el desarrollo
es adoptar el modelo que llevó a Nueva Zelanda a encabezar el índice a nivel mundial nuevamente en
el año que pasó. El documento de Cadal refuta el canto de sirena del neopulismo que Hugo Chávez y
Evo Morales impulsan en América latina, y destaca la más silenciosa pero también más eficaz labor
que llevan adelante Chile y Uruguay.
Para la elaboración del trabajo, y del índice que lo
conforma, se utilizaron, combinados, los datos del informe anual "Freedom of the Word", de Freedom
House; el Indice de Libertad Económica, de la Heritage Foundation, y el Indice de Percepción de la
Corrupción, de Transparency International. El informe Freedom of the World brinda una evaluación
anual del estado de la libertad global tal como la experimentan los individuos. Mide la libertad
—definida como la oportunidad de actuar espontáneamente en una diversidad de campos fuera del
control del gobierno y otros centros de dominación potencial— según dos grandes categorías:
derechos políticos y libertades civiles. Sumado a los otros dos estudios, el promedio global del
ranking 2007 elaborado por Cadal en "Democracia, Mercado y Transparencia" es de 0,523, ubicándose
por encima del mismo 67 países y por debajo 85 naciones.
Argentina, mal. En cuanto a la Argentina, figura en un alejado puesto 64, con un
índice de 0,540. El informe, firmado por Gabriel Salvia y Hernán Alberro, señala: "Al ver los diez
primeros países del ranking (ver recuadro) ya se tiene una clara idea de lo que representa un país
desarrollado. Asimismo, resulta interesante que la combinación de los tres factores mencionados
ubique en los primeros nueve lugares a naciones que no pueden ser consideradas grandes potencias
políticas mundiales. Por su parte, en los últimos lugares aparecen inexorablemente países
gobernados por dictaduras corruptas y con pobreza generalizada".
En Latinoamérica, Chile encabeza el ranking, ubicándose a
nivel global en el puesto número 17, por encima de naciones como Bélgica, Estonia y Japón. Chile
obtiene un puntaje de 0,817, que es muy superior al promedio general de 0,528 que tiene la región e
incluso al 0,769 de los países del Nafta (EEUU, Canadá y México). "A pesar de poseer un bajo PBI
per cápita que lo diferencia del resto de los países del mundo que ocupan los primeros lugares de
este ranking, es un hecho que Chile combina un desempeño político, económico e institucional que lo
diferencia del resto de Latinoamérica y que de acuerdo a este informe estaría ubicado entre las
veinte naciones más desarrolladas a nivel global" señalan los autores.
Uruguay, como la UE. En segundo lugar en la región "se ubica Uruguay, con un
puntaje de 0,776, que para tener una idea equivale al promedio de la Unión Europea. Además, Uruguay
encabeza el ranking del Mercosur, donde supera ampliamente la posición que ob tiene el resto de los
miembros de este bloque, y se ubica globalmente en la posición 24".
No casualmente, "el último lugar del ranking en América
latina lo ocupa Cuba, con un promedio de 0,217 (puesto 147), inclusive mucho peor que el de Haití,
que ocupa la penúltima posición en la región con un puntaje de 0,335 y acercándose a Venezuela"
.
Venezuela, al fondo. El país conducido por Hugo Chávez, sale también muy mal parado de la
evaluación: "Venezuela es quizá el país latinoamericano en el que más se han visto reducidas la
democracia, el mercado y la transparencia. Resulta comparable con Bangladesh, un país sumamente
pobre y carente de libertades. En Venezuela (puesto 117) predomina más la progresiva dominación del
Estado de distintos aspectos de la sociedad civil, aunque el efecto es el mismo", que en la
retrasada nación asiática, concluye el informe de Cadal, que se puede consultar en su versión
completa en el sitio web www.cadal.org. l