Los candidatos presidenciales chilenos cerraban este jueves sus campañas electorales a tres días de las elecciones cuyos resultados son inciertos y en las que aparecen como favoritos un ultraderechista y un izquierdista radicalizado.
Los candidatos presidenciales chilenos cerraban este jueves sus campañas electorales a tres días de las elecciones cuyos resultados son inciertos y en las que aparecen como favoritos un ultraderechista y un izquierdista radicalizado.
Ninguno alcanzaría el 50% más uno de los votos, según todas las encuestas, lo que llevaría a los chilenos a escoger en un balotaje en diciembre entre el conservador José Antonio Kast, que representa a dos partidos ultraderechistas, y el exdirigente estudiantil Gabriel Boric, que compite por el izquierdista Frente Amplio y el Partido Comunista, (PC). La polarización es un dato negativo, que apunta a un futuro de conflictividad política permanente, más allá de quién gane finalmente la Presidencia de Chile.
Las últimas encuestas se conocieron el domingo 7, luego quedaron prohibidas. En los sondeos conocidos ese día, el primer lugar era para el izquierdista Boric, pero seguido muy de cerca o empatado con el ultraderechista Kast. Y daban números favorables a la candidata democristiana Yasna Provoste, en un peleado tercer puesto.
Los otros candidatos son la senadora Yasna Provoste, una democristiana que representa a la centroizquierda; el independiente oficialista Sebastián Sichel, a la centroderecha hoy en el poder con el presidente Sebastián Piñera; el progresista Marco Enríquez-Ominami, factotum del Grupo de Puebla; el profesor izquierdista Eduardo Artés y el economista Franco Parisi, quien desarrolló toda su campaña por redes sociales desde Estados Unidos.
El primero en cerrar su campaña fue el oficialista Sichel, cuyos partidarios enterraron un centenar de pequeños remolinos amarillos en la principal plaza de Santiago. "Queremos recuperar la Plaza Italia de esperanza para todos los chilenos'', dijo en alusión a la plaza que fue el centro de protestas masivas de 2019, y que cada viernes es escenario de desórdenes.
Provoste y Boric terminaban su campaña en ciudades del interior, mientras Kast asistía por la noche a un acto musical en la capital chilena.
Desde el retorno de la democracia a Chile en 1990 todos los presidentes han sido de centroizquierda o centroderecha, sectores que durante la presente campaña están detrás de los favoritos. Un fenómeno que ocurre por primera vez en más de 30 años y que pone en duda la tradicional estabilidad política de Chile, ya agrietada por las masivas y violentas protestas que estallaron en octubre de 2019 y reconfiguraron el panorama político del país.
"Hay todavía una crítica muy profunda a los partidos, a sus dirigencias, aquí hay nuevas coaliciones y con un perfil etario distinto y con actores diferentes'', dijo a The Associated Press Tomas Duval, decano de Ciencias Sociales de la Universidad Autónoma.
El Frente Amplio que apoya a Boric fue creado hace sólo cuatro años y la coalición de Kast nació este año luego de que el candidato abandonara en 2016 la conservadora Unión Demócrata Independiente, por la que fue cuatro veces diputado. Este partido forma parte de la alianza que respalda al presidente Piñera.
A partir del 18 de octubre de 2019 Chile vivió masivas protestas, casi siempre acompañadas de episodios muy violentos de grupos de encapuchados, que llevaron a que en un plebiscito en 2020 se decidiera cambiar la Constitución, que será escrita en su mayoría por independientes, muchos de izquierda. "Parece que la gente agotó su adhesión a una clase política y a los partidos'' tradicionales, sostuvo Duval.
Beatriz Roque, académica de la Escuela de Ciencia Política de la Universidad Diego Portales, dijo a AP que la campaña electoral del oficialista Sichel, en la que los partidos tradicionales no tuvieron una participación activa, hizo que electores del sector favorecieran a Kast. "La figura de Kast responde a algo que Sichel dejó de hacer'', añadió en alusión a propuestas concretas de Kast en materia de seguridad y orden.
María Cristina Escudero, académica del Instituto de Asuntos Públicos de la Universidad de Chile, señaló que, como en otros países, los partidos tradicionales "se han debilitado en su vínculo con la ciudadanía... que empieza a mirar hacia otros lados''. Agregó que los indecisos se estiman en torno al 55%.
Boric, de 35 años y egresado en leyes, pasó de ser dirigente estudiantil a ser electo diputado en dos ocasiones mientras que Kast, de 55, se postula por segunda vez a la presidencia. La primera fue en 2017, cuando se presentó como independiente y obtuvo un 8% de los votos.
Kast y Boric tienen propuestas absolutamente opuestas en temas como impuestos, cambio climático y de género. Sobre la inmigración Boric propone establecer cuotas para recibir extranjeros, mientras Kast quiere construir zanjas para prevenir el ingreso de inmigrantes indocumentados.
El oficialismo de Sichel y la candidata Provoste critican con fuerza a Boric por su alianza con el Partido Comunista, mientras Kast es cuestionado por su defensa de la dictadura militar (1973-1990), durante la cual fueron asesinados más de 3.000 opositores, de los cuales más de un millar siguen desaparecidos.