A unas horas de que arranque la campaña electoral más atípica que se recuerda en Cataluña, el Tribunal Supremo de España tomará una decisión clave: si deja o no en libertad a varios candidatos encarcelados por diversos delitos cometidos durante el frustrado proceso independentista encabezado por el ex presidente de la región, Carles Puigdemont. Este huyó a Bélgica para evitar ser detenido.
La expectación es máxima, ante unos comicios regionales inéditos convocados por el Gobierno español del premier Mariano Rajoy para el 21 de diciembre, después de haber destituido a Puigdemont y a todo su gabinete con el objetivo de frenar el proceso secesionista mediante la aplicación del artículo 155 de la Constitución.
Uno de los principales candidatos independentistas es precisamente Carles Puigdemont, quien desde Bruselas resiste un proceso de extradición en curso. Con él escaparon varios ex ministros catalanes. Los que se quedaron en Barcelona fueron todos arrestados, salvo uno.
Hoy, horas antes del arranque de la campaña, Puigdemont tendrá que declarar ante el juez belga que decide sobre su extradición a España, donde está siendo investigado por los delitos de rebelión, sedición y malversación de fondos. Su principal adversario dentro del bloque separatista y que lidera actualmente las encuestas es Oriol Junqueras, ex "número dos" de su gobierno y candidato del partido Esquerra Republicana (ERC), segunda fuerza de la coalición ex gobernante.
Pero Junqueras se encuentra en prisión provisional desde el 2 de noviembre, junto a otros siete ex miembros del gobierno catalán, todos ellos investigados por los mismos delitos que Puigdemont. El viernes pasado declararon en el Tribunal Supremo tras pedir su libertad. El magistrado Pablo Llarena, que instruye las causas, pospuso la decisión hasta hoy, por lo que se conocerá poco antes del inicio de la campaña electoral.
Los presos sostienen que el hecho de ser candidatos disminuye el riesgo de fuga y de reiteración delictiva, argumentos de la jueza que instruyó la causa para enviarlos a prisión hace un mes.
En su declaración ante la Justicia el viernes, tanto Junqueras como el resto de encarcelados acataron la aplicación del artículo 155 y se comprometieron a cumplir la Constitución española. La Fiscalía, sin embargo, pidió su permanencia en prisión.
Su posible excarcelación podría suponer un punto de inflexión en la cuenta atrás para las elecciones del 21, concebidas como un plebiscito tanto por el bloque independentista como para los partidos "constitucionalistas", contrarios al separatismo.
"Es complicado saber su incidencia porque es una situación inédita", explica Narciso Michavila, experto en análisis electoral y presidente de la consultora GAD3, que realiza encuestas para medios."Si el Supremo decide dejarlos en libertad, podrían entrar en campaña. Esto en teoría les podría beneficiar, pero por otra parte también podría destensar el voto emotivo", reflexionó.
La campaña electoral, que arranca la noche de hoy, es una de las más decisivas en la historia de Cataluña, región que atraviesa una situación inédita por el proceso independentista y por el enfrentamiento con Madrid.
Aunque los partidos independentistas consideran los comicios "ilegítimos e ilegales" por su convocatoria por parte de Rajoy, decidieron concurrir a las urnas, aunque de forma separada. Además del partido de Junqueras (ERC), participan en los comicios la coalición Junts per Catalunya (encabezada por Puigdemont) y la formación antisistema de extrema izquierda Candidatura de Unidad Popular (CUP). Fue la CUP una protagonista clave, al erigir a Puigdemont al cargo de presidente regional en 2016 con sus votos parlamentarios.
En el otro lado, a favor de la Constitución y la permanencia en España, están el partido liberal Ciudadanos, con Inés Arrimadas; el Partido Socialista de Cataluña, con Miquel Iceta, y el Partido Popular (PP), encabezado por Xavier García Albiol.
En medio de los dos bloques, favorable a un referéndum de independencia pero en contra de la vía unilateral, se encuentra la coalición izquierdista Catalunya en Comú-Podem. Un posible empate entre independentistas y constitucionalistas daría a esta coalición la llave del futuro gobierno. Otra de las incógnitas es si habrá debates televisados, teniendo en cuenta que varios de los principales candidatos están presos o en el exilio.