Bush reprochó al líder chino la represión en Tíbet
Washington. — El presidente de Estados Unidos, George W. Bush, llamó a su par de China, Hu
Jintao, y le expresó su preocupación por la represión de las protestas en el Tíbet, con lo que se
sumó a un creciente número...
27 de marzo 2008 · 02:32hs
Washington. — El presidente de Estados Unidos, George W. Bush, llamó a su
par de China, Hu Jintao, y le expresó su preocupación por la represión de las protestas en el
Tíbet, con lo que se sumó a un creciente número de cuestionamientos mundiales por la política china
en la región. "El presidente manifestó su preocupación por la situación en el Tíbet y alentó al
gobierno chino a entablar un diálogo sustancial con los representantes del líder espiritual Dalai
Lama y a permitir el acceso a periodistas y diplomáticos" al Tíbet, dijo la vocera de la Casa
Blanca, Dana Perino. Los mandatarios también conversaron sobre la situación en Taiwán, Corea del
Norte y Mianmar.
Una serie de protestas contra el férreo control chino
iniciadas el 10 de marzo en Lhasa, la capital tibetana, se tornaron violentas días más tarde y
fueron reprimidas. China dijo que 22 personas murieron en los disturbios, pero el gobierno tibetano
en el exilio, que lidera el Dalai Lama, afirmó que los muertos fueron casi 140.
Reclamo inoportuno. Las protestas antichinas en el Tíbet, las más graves de los
últimos 20 años, llegaron en un pésimo momento para el gobierno comunista, ya que pusieron la
situación de los derechos humanos en China en el centro de la atención mundial, justo en los meses
previos a los Juegos Olímpicos de Pekín de agosto. Pekín acusa al Dalai Lama de orquestar los
disturbios para empañar los juegos. El líder espiritual budista negó las acusaciones y pidió a sus
seguidores en el Tíbet y otras regiones de China deponer la violencia.
La Casa Blanca ya había dicho que Bush no boicoteará los
juegos por la represión en el Tíbet, porque a su entender se trata de un evento deportivo que no
tiene nada que ver con la política. Pero el presidente francés, el conservador Nicolas Sarkozy,
sugirió esta semana que podría boicotear la ceremonia de apertura del encuentro en protesta por la
política china hacia el Tíbet.
China dio ayer las primeras señales de una intención de
ceder en sus posturas, al permitir que un grupo de periodistas extranjeros visite la capital
tibetana por primera vez desde que estalló la violencia. Los reporteros fueron llevados a la plaza
de Potala, ubicada bajo el palacio de Potala, la tradicional sede del gobierno tibetano, que fue
reabierta al público por primera vez desde el 14 de marzo, según informó la agencia de noticias
Europa Press.
Férreo control. Los corresponsales, un total de 26 de 19 medios extranjeros,
pasarán tres días en Lhasa, pero no visitarán ninguna de las otras localidades tibetanas o de otras
regiones de China donde también se registraron protestas que fueron reprimidas.
Ayer, el consejo de derechos humanos de la ONU instó a China a poner fin a
la represión, levantar las trabas al movimiento y al acceso a la información y renunciar al uso de
la fuerza en la convulsionada región del Himalaya. En un hecho sumamente embarazoso para China,
tres franceses de la organización de defensa de la prensa Reporteros Sin Fronteras irrumpieron el
lunes con pancartas en el estadio de la antigua Olimpia, Grecia, durante la ceremonia de encendido
de la llama para protestar por la política china hacia el Tíbet. Más tarde, diez tibetanos
realizaron otra protesta en el centro de la ciudad griega. l