El último debate televisivo previo a la elección presidencial de Brasil de este domingo se desarrolló en Brasil en la sede de la poderosa TV Globo. Que tuvo que esperar a que terminara la telenovela “Pantanal”, la más popular del país, para dar paso al debate entre los siete candidatos invitados. El repertorio fue el esperado: el presidente Jair Bolsonaro, que va segundo y lejos en los sondeos, atacó con violencia a Lula da Silva, quien va primero con ventaja, y éste se defendió esgrimiendo lo hecho en sus dos presidencias, ya lejanas (2003/2011). La figura más destacada fue, como en los debates anteriores, la candidata centrista Simone Tebet, quien sin embargo no tiene chances de pasar a una segunda vuelta, dado que va cuarta en los sondeos y a gran distancia de los dos protagonistas. Lula suma 50% de apoyos, según el último sondeo conocido el jueves, y Bolsonaro, apenas 36%. De modo que es muy factible que este domingo Lula se imponga en primera vuelta. Pero todo dependerá del voto de los indecisos. En Brasil se vota con urnas electrónicas, lo que agilizará mucho el escrutinio.
La TV Globo fue el escenario de un tenso debate de cara a la novena elección directa a presidente de Brasil desde la recuperación democrática en 1985. En la entrada a la emisora, en Jacarepaguá, un suburbio del oeste de Río de Janeiro conocido mundialmente por su autódromo, bautizado con el nombre de Nelson Piquet y demolido hace 10 años, cerca de 50 personas se reunieron para alentar a los candidatos antes de ingresar. Además de los dos principales contendientes para la elección del domingo participaron los demás candidatos que, como indica la ley electoral, tienen al menos cinco bancas en el Congreso: Ciro Gomes (PDT), el padre Kelmon (PTB), Luiz Felipe D’vila (NOVO), Simone Tebet (MDB) y Soraya Thronicke (Unión Brasil).
El debate sólo empezó luego de la telenovela “Pantanal”, la misma que Lula citó días atrás en un discurso en el que dijo que lloraba cuando la veía porque apunta a una temática ambiental, una de las principales críticas que se le formulan a Bolsonaro. “Espero parcialidad de Globo. Solo eso. Como quedó demostrado en el debate en el que William Bonner (conductor televisivo de la cadena) simplemente absolvió a Lula de todos los robos, de todo lo que hizo mal en Brasil”, disparó Bolsonaro al llegar a los estudios.
Tono agresivo
Durante el debate, el tono de Bolsonaro fue más agresivo durante los momentos de mayor audiencia del debate. Lula era quien más tenía para perder. Sin embargo, supo ser agresivo con sus rivales, hasta con sentido del humor. Solo en su cruce con Kelmon, en el que los organizadores debieron apagarle sus micrófonos, se salió del guión. Cuando no estuvo en primer plano, se lo veía sonriente y relajado pese a haber hecho acusaciones fuertes hasta de “traición a la patria”.
En los debates anteriores, quienes acompañaron a los candidatos hasta llegaron a pelearse detrás de cámaras, un clima que imitó el pulso de la calle, donde la violencia política llevó incluso a enfrentamientos fatales en los días previos. En pantalla también se vio reflejada esa atmósfera tensa, con voces altisonantes. Hablaron de “desfachatez” y “pérdida de raciocinio”; calificaron a sus rivales como “presidiario”, “candidato padre” y “cara de palo”; e incluso Lula le prometió a Bolsonaro mandarlo a su casa. Solo Lula y Bolsonaro evitaron la conferencia de prensa final, a las 2.30 de la mañana por la que desfilaron el resto de los candidatos.
La cuestión de la corrupción fue recurrente en la carga muy agresiva del presidente Jair Bolsonaro contra Lula, y de prácticamente los otros cinco postulantes. Era previsible. El líder del PT encabeza las encuestas. Lula logró defenderse pero al costo de aferrarse a la historia de sus dos presidencias, con lo que buscó machacar, eludiendo marcar propuestas hacia adelante. Los analistas dijeron que la dureza del presidente no conquista a la clase media, clave para este comicio pero tampoco convenció el discurso de Lula con “su recurrente regreso al pasado”.El presidente trató a su rival de “mentiroso, ex presidiario y traidor a la patria”. Lula replicó: “Debería mirarse al espejo y verá a su gobierno”. Para algunos observadores, sigue abierta la duda sobre si habrá o no segunda vuelta, que se haría el 30 de octubre, el dato que todos fueron a buscar en el encuentro de red Globo, que se extendió hasta la madrugada.
El analista Thiago de Aragao, director de estrategia de la consultora Arko Advice, dijo que encontró “más emoción que información” y añadió que “difícilmente un votante cambiará de opinión con este debate. Eso beneficiaría a Lula”.
Voto oculto
Una encuesta de Datafolha divulgada este viernes muestra que el 35% de los electores no se sintieron cómodos declarando su voto para presidente a otras personas. Hay más vergüenza a la hora de declarar el voto entre las mujeres (38%) que entre los hombres (32%). Entre los votantes de Lula, el 40% se siente menos cómodo declarando su voto, una tasa similar a la registrada entre los votantes de Ciro Gomes (PDT) y Simone Tebet (MDB), ambos con el 41%. Entre los votantes del presidente Jair Bolsonaro (PL), el índice es menor: 27%. Es decir, gran parte de sus votantes, 73%, no teme declarar su opción.
Es la primera vez que Datafolha mide este indicador. La encuesta entrevistó a 6.800 personas entre el 27 y el 29 de septiembre en 332 municipios. La encuesta también muestra que el 46% de los votantes brasileños declara haber dejado de hablar de política con amigos o familiares para evitar discusiones, una tasa similar a la registrada a finales de julio, del 49%. Entre las mujeres, la tasa es del 50%, y entre los hombres, del 41%. A la pregunta de si alguna vez han sido amenazados verbalmente por sus posiciones políticas, el 14% dijo que sí. Entre los votantes de Lula, el 16% sufrió agresiones verbales por sus posiciones políticas, frente al 12% de los votantes de Bolsonaro, el 12% de los que votan a Ciro y el 10% de los votantes de Tebet.
"Estúpida confrontación con Argentina"
Este viernes, Lula da Silva acusó a Jair Bolsonaro de encarar una “estúpida” confrontación permanente con la Argentina y consideró que esas actitudes han llevado a que la mayor parte de Sudamérica quiera el triunfo de su fuerza política. “Tenés a toda Sudamérica queriendo que gane en Brasil para ver si podemos coordinar nuevamente una institución multilateral como Unasur y tratar de discutir proyectos de desarrollo. No podés tener un presidente en Brasil que sigue provocando a Argentina todos los días. Argentina es nuestro principal socio comercial”, remarcó Lula. La Unasur incluye a Brasil, Argentina, Ecuador, Bolivia y Venezuela, entre otros países.