El presidente de Brasil, Jair Bolsonario, salió al cruce de una ola de críticas de gobernadores, jueces y parlamentarios, por haber participado de una manifestación el domingo en la que se reclamó una intervención militar y la disolución del Congreso y de la Corte Suprema. Bolsonaro se defendió diciendo que él no puede ser golpista porque ya está en el poder. "Soy presidente de la República. Realmente, soy la Constitución", declaró. Sin embargo, el procurador general de la Nación abrió una investigación sobre el caso, aunque no directamente contra el presidente. Mientras, se supo que los propios militares le hicieron saber al presidente que ese tipo de actos los ponen en una situación incómoda. El acto se hizo el domingo en Brasilia frente al cuartel general del Ejército. Cientos de bolsonaristas llevaban pancartas golpistas y el presidente se acercó y arengó a la multitud.