Roma. — El ministro italiano para la Ejecución del Federalismo, Aldo Brancher, dimitió con el fin de evitar un voto de censura en el Parlamento, tras estar menos de tres semanas en el cargo. Brancher, ministro sin cartera y hombre de confianza del primer ministro Silvio Berlusconi, había sido criticado duramente cuando, inmediatamente después de asumir el cargo, intentó aprovecharse de su nueva posición como ministro para eludir ser citado en un juicio por malversación de fondos.
El nuevo ministro, miembro del partido de Berlusconi Pueblo de la Libertad, pretendió recurrir a la ley del "legítimo impedimento", creada a impulso de Berlusconi. Según sus críticos, el exclusivo objetivo de la norma fue evitarle al premier comparecer ante los tribunales penales.
De hecho, la misma creación del nuevo ministerio, denominado de la Subsidiariedad y Descentralización, cuyo objetivo sería llevar a cabo el federalismo, fue muy criticado, entre otras cosas porque ya existe una cartera similar. Se trata del ministerio dedicado a las Reformas para el Federalismo, dirigido por el líder de la Liga Norte, Umberto Bossi, y cuyas competencias no se distinguen muy bien de las que habría tenido la nueva cartera destinada a Brancher.
Por Tomás Barrandeguy