Los asesores de Joe Biden dijeron que el presidente electo de Estados Unidos no está estudiando un confinamientonacional de corto plazo para combatir el fuerte repunte de la pandemia. Por ahora, es algo que Biden prefiere evitar. Es que ese casi medio país que votó a Donald Trump es un decidido opositor no ya a un confinamiento, sino al mero uso de los barbijos. Pero los especialistas señalan que numerosos estados afrontarán "lockdowns" forzados, dado que el Covid-19 no deja de subir en Estados Unidos. El pais está en el rango de los 180 mil casos diarios (dato del viernes) y el virus parece fuera de control en numerosos estados donde los republicanos se oponen sistemáticamente a las restricciones de circulación. Así ocurre en las dos Oklahomas por ejemplo. Pero el brote es mucho más generalizado. 33 de los 50 estados mostraron nuevos récords semanales en los pasados siete días. El país ha sufrido ya 247 mil fallecimientos y registra más de 10 millones de contagios, y se considera que el invierno, que ya está a las puertas, junto con la "fatiga de pandemia", empeorán aún más este oscuro panorama.
En la semana que ha pasado desde que la prensa anunció que Biden derrotó al presidente Donald Trump, el presidente electo dedicó la mayoría de sus comentarios públicos a alentar a los estadounidenses a usar la mascarilla y ver el coronavirus como una amenaza que no tiene nada que ver con las simpatías políticas de cada uno.
Pero el debate ha sido más animado entre los miembros de la junta asesora sobre el coronavirus que Biden anunció esta semana. Dos miembros de su grupo de trabajo contra el coronavirus debieron aclarar públicamente esta semana que no estaban contemplando un encierro nacional generalizado. Un tercer miembro, el doctor Michael Osterholm, dijo previamente que valía la pena considerar la posibilidad de un cierre de cuatro a seis semanas, acompañado de un paquete de ayuda financiera para los estadounidenses. Posteriormente Osterholm se retractó de sus comentarios y dijo a ABC News que no había planteado la propuesta al grupo de trabajo. La disputa sobre el tema subraya los desafíos políticos y prácticos que enfrentará Biden al tratar de controlar la pandemia una vez que asuma el cargo el 20 de enero. La retractación del único médico que se animó a plantear un confirnamiento nacional habla a las claras de cuál es el ánimo colectivo en Estados Unidos, un país que se ha destacado negativamente por su bajo apego a cumplir las reglas que incluyen restricciones de movilidad para frenar la pandemia.
Leer más: EEUU superó los 150 mil casos
Biden hizo campaña diciendo que él sería más responsable que el presidente Donald Trump en cuanto al manejo de la salud pública de Estados Unidos y ha sido directo sobre los desafíos que le esperan al país, advirtiendo por ejemplo que se avecina un "invierno oscuro'' a medida que aumentan los contagios. Pero hablar de cierres de actividades económicas es un tema especialmente delicado. Por un lado, es casi imposible que un presidente los promulgue por su cuenta, pues requiere del apoyo bipartidario de autoridades estatales y locales. Además, en términos más generales, son un asunto político álgido que podría socavar los esfuerzos de Biden por unificar un país profundamente dividido. La mitad del país que no votó a Biden es claramente contraria a los confinamientos, e incluso al uso de mascarillas, pese a las masivas evidencias científicas en sentido contrario.
"Podría provocar una reacción violenta con resultados contrarios a los esperados'' decretar un confinamiento nacional, dijo el doctor Amesh Adalja, investigador principal del Centro Johns Hopkins para la Seguridad de la Salud. Adalja agregó que tal medida podría empeorar la situación actual si la gente no cumple las restricciones. "Los cierres pueden traer consecuencias que minen el valor de tal enfoque''.
Kathleen Sebelius, quien fue secretaria de Salud del presidente Barack Obama, dijo que sería prudente que Biden mantuviera abiertas sus opciones por ahora, especialmente porque Trump siempre criticó los cierres de actividad económica. "Es un tema muy delicado'' políticamente, dijo Sebelius. "Creo que el presidente electo no querría entrar en un debate con el presidente en funciones sobre algún tipo de mandato que él no tiene autoridad para implementar''.
El virus arrecia
Mientras, el virus no deja de contagiar gente en todos los Estados Unidos. El diario nacional Usa Today alerta que entre el frío (está llegando el invierno boreal), los comportamientos laxos y las vacaciones, diciembre y enero serán los peores meses que Estados Unidos ha visto hasta ahora en la pandemia.
El brote ya es agudo ahora, con los 50 estados reportando más casos de Covd-19, y 33 de ellos, estableciendo récords, en la última semana en comparación con la semana anterior. Pero en base al patrón de crecimiento exponencial del virus, pronto empeorará, dijeron expertos en salud pública. El subsecretario de Salud, almirante Brett Giroir, advirtió a los estadounidenses que se mantuvieran alerta en las próximas semanas. "Nuestra nación se encuentra en una fase crítica de la pandemia", dijo Giroir.
Datos de la Universidad Johns Hopkins indican que los casos confirmados el viernes fueron 184.514. El promedio diario móvil semanal de muertes por Covid creció de 828 el 30 de octubre a 1.047 el viernes, un aumento de 26%. El promedio móvil a siete días de positividad aumentó casi 50% en las últimas dos semanas de 6,4% a 9,6%, al tiempo que han aumentado los testeos. El total de contagios en Estados Unidos supera los 10,7 millones, con más de 244.000 muertes, según Johns Hopkins.