El presidente de EEUU, Joe Biden, da forma de manera acelerada a la política ambiental de su gobierno. Luego de prometer el retorno de su país al Acuerdo de París el día 20 de enero, cuando asumió, este miércoles tomó tres decisiones que van en la dirección opuesta a la del gobierno de Donald Trump. Firmó tres decretos en los que plasmó los lineamientos de su gobierno para enfrentar el calentamiento global. Biden eligió frentes precisos: la reducción de emisiones de gases de invernadero por la quema de petróleo, gas y carbón y el impulso a la producción de energías limpias. El plan tiene dos fechas a largo plazo: para 2035, el uso de hidrocarburos se limitará drásticamente y para 2050 la economía deberá usar solo energías limpias.
"Ya hemos esperado demasiado para lidiar con esta crisis climática. No podemos esperar más y lo vemos con nuestros propios ojos. Lo sentimos, lo sabemos en nuestros huesos y es hora de actuar. Por eso firmo una orden ejecutiva (decreto) para potenciar el ambicioso plan de nuestra Administración para enfrentar la amenaza del cambio climático".
En su séptimo día como presidente de EEUU, Biden dio un drástico impulso en materia medioambiental. Con estas órdenes, el Gobierno redujo los subsidios para el sector del petróleo y otros combustibles fósiles y detuvo las nuevas concesiones de petróleo y gas en tierras y aguas federales. Además buscará preservar el 30% de las tierras y aguas marítimas del país en los próximos diez años, así como obtener una flota de vehículos federales totalmente eléctrica.
Biden se ha fijado la meta de eliminar la contaminación producida por el uso de combustibles fósiles en el sector energético para 2035 y de la economía del país en general para 2050. Para ello, el demócrata busca impulsar el crecimiento del sector de energías limpias, como la solar y la eólica, y disminuir la dependencia del petróleo y el gas.
El principal objetivo de su plan es detener el calentamiento global a causa de la acción humana que multiplica el impacto de fenómenos meteorológicos como los incendios forestales, intensificados en los últimos años en las costas californianas, así como en el Amazonas y muchos otros lugares del planeta; y los huracanes, cada vez más frecuentes y agresivos en las costas del Atlántico.
La prominente climatóloga y profesora del Instituto de Tecnología de Georgia, Kim Cobb, dijo que la firma de las nuevas políticas es un "excelente comienzo" para la administración de Biden. "Si este impulso en el día 7 es representativo del mandato de cuatro años de esta administración, hay muchas razones para creer que podríamos lograr la neutralidad de carbono antes de 2050", aseguró la experta a la agencia Associated Press.
Los decretos trazan la dirección de la agenda ambiental y de cambio climático del presidente demócrata y marcan un viraje de 180º respecto de las políticas de su predecesor, el republicano Donald Trump, quien se centró en maximizar la producción nacional tanto de petróleo como de gas y carbón y eliminó las regulaciones a la industria de hidrocarburos, además de flexibilizar las políticas ambientales.
Sin embargo, aunque la adopción de estas medidas es bienvenida entre la comunidad científica, enfrenta también una fuerte oposición por parte de las industrias del petróleo, el gas y las centrales eléctricas, así como de numerosos legisladores que ven en la pérdida de empleos —y de ingresos—, un peligro que no están dispuestos a afrontar.
"Los mandatos y las directivas del Gobierno que restringen nuestras industrias de minería, petróleo y gas tienen un impacto adverso en nuestra seguridad e independencia energética", aseguró recientemente ante el Congreso Cathy McMorris Rodgers, representante en la Cámara baja por el estado de Washington y la principal republicana en el Comité de Energía y Comercio de este órgano legislativo.
Sin embargo, Biden aseguró que sus planes más allá de destruir empleos, crearán muchos otros y dijo que la construcción de una infraestructura encaminada a la protección ambiental y de energías limpias creará millones de empleos bien remunerados. "Vamos a poner a la gente a trabajar. No vamos a perder empleos en estas áreas (...) no son sueños, son soluciones concretas y viables", sostuvo el demócrata. Si se trata de afirmaciones voluntaristas o producto de estudios serios, no se sabe. El desmantelamiento de las industrias petrolera y gasífera será sin dudas un drama en muchos Estados, donde proveen cientos de miles de trabajos de alta remuneración. La industria de las energías limpias es comparativamente pequeña y se sostiene en base a subsidios.
Biden contempla inversión en comunidades minoritarias y de bajos recursos que viven cerca de refinerías contaminantes, así como en ciudades dependientes de la industria de hidrocarburos (principalmente en estados como Wyoming, Dakota del Norte, Texas y Luisiana, todos ganados por Trump) que enfrentarán fuertes pérdidas de trabajos mientras EEUU cambia su rumbo en materia energética.
Insta a China a acelerar planes ambientales
Simultáneamente, y desde el Foro Económico Mundial que tiene lugar estos días en Davos, Suiza, el nuevo enviado especial de la Casa Blanca para el cambio climático, John Kerry, reiteró el compromiso del nuevo gobierno demócrata para enfrentar la crisis climática e instó a China a acelerar también sus planes medioambientales.
Kerry aseguró que su país buscará mantener las negociaciones sobre el clima con el gigante asiático separadas de otros desacuerdos entre Washington y Beijing y enfatizó que por más decididos que sean los esfuerzos de EEUU en materia medioambiental, no será posible que Estados Unidos detenga el aumento de las temperaturas globales por sí solo. Recientemente, el presidente chino, Xi Xinping, también prometió liberar a la economía china de los hidrocarburos para 2050.
"Con respecto a China obviamente tenemos serias diferencias en algunos temas muy, muy importantes (...) pero el clima es un problema independiente crítico que tenemos que abordar", dijo Kerry, y añadió que el gigante asiático es responsable del 30% de las emisiones mundiales de gases efecto invernadero y EEUU del 15%. "Es urgente que encontremos una manera de avanzar" juntos, aseguró.