Roma. - Una era política de 17 años llegó anoche a su fin en Italia, cuando Silvio Berlusconi presentó su renuncia como primer ministro al presidente de la República, Giorgio Napolitano. El ex comisario de la Unión Europea (UE) Mario Monti quedó posicionado para sucederlo en el cargo, algo que podría ocurrir mañana. Las negociaciones formales para lograr mayoría parlamentaria para su nombramiento se iniciarán hoy en el despacho de Napolitano.
Tras una última sesión de gabinete de su gobierno de coalición, Berlusconi se trasladó a la sede del presidente de Italia, el Palacio del Quirinal, para presentarle su dimisión a Napolitano. Una multitud hostil lo esperaba, gritándole insultos de toda clase. El anuncio de la renuncia del zar mediático y multimillonario de 75 años despertó escenas de júbilo en Roma, con miles de personas que se volcaron a las calles a celebrar.
Previamente, la Cámara de Diputados había aprobado un paquete de reformas y medidas de ahorro exigidas por Europa, un paso destinado a enfrentar el fuerte endeudamiento de Italia, que supera el 120 por ciento del PBI. Un total de 380 de los 630 diputados dieron luz verde a las medidas de austeridad y 26 sufragaron en contra, mientras que se registraron dos abstenciones. La mayor agrupación política opositora, el Partido Democrático (PD), estuvo presente en el recinto pero no votó. El Senado había aprobado el mismo texto el viernes.
Berlusconi había anunciado el martes pasado, luego de recibir sólo 308 apoyos al votarse la rendición de cuentas del Estado, que presentaría su dimisión tras la aprobación en ambas Cámaras de las normas de ahorro prometidas a la UE, y que imponen una serie de reformas y medidas de austeridad (ver recuadro).
Antes de presentar su renuncia Berlusconi sostuvo una larga conversación de dos horas con su muy probable sucesor, Mario Monti. Este se mantuvo firme en su exigencia de formar un gobierno de técnicos, sin lugar para los políticos de carrera y Berlusconi finalmente debió ceder en su aspiración de ubicar a su mano derecha Gianni Letta en el futuro gabinete. El partido de Berlusconi, Pueblo de la Libertad (PDL), realizó un cónclave luego de la aprobación del paquete de reformas en Diputados y dio el OK a Monti, después de superar numerosas objeciones internas. Muchos en el PDL querían que Berlusconi u otra figura de su partido guiase el gobierno hasta unas elecciones anticipadas en febrero próximo, pero quedó claro que ya no había margen político para un simple pasaje de manos dentro del oficialismo.
Napolitano sostendrá hoy consultas con todas las fuerzas políticas de Italia. Las reuniones, de sólo 10 minutos según está previsto, sugerían que las conversaciones no se prolongarán y que Monti será nominado al final del día. Se supone que será votado por amplia mayoría como premier mañana, lunes. Pero Monti no contará con los apoyos de la Liga Norte, principal fuerza aliada de Berlusconi, que declaró que "desde hoy pasa a la oposición", así como de pequeñas formaciones de izquierda. Igualmente se supone que tendrá el voto de las bancadas mayoritarias: el PDL, el opositor Partido Democrático (PD) y el llamado Tercer Polo, un desprendimiento de dos partidos que participaron en el pasado de los Ejecutivos de Berlusconi. Pero podría haber algunos disidentes dentro del PDL, según estimaba anoche la prensa italiana.
Los italianos esperan que Monti, un economista de renombre, pueda encaminar el elevado endeudamiento del país, bajo fuerte presión de los mercados financieros. Después de Grecia, Italia es el miembro con el mayor endeudamiento de la zona euro. Décadas de déficit fiscales acumulados han creado una deuda que se acerca rápidamente a los dos billones de euros.
Los festejos. Ante el Quirinal se congregaron miles de opositores que festejaron la dimisión de Il Cavaliere bailando, cantando y ondeando banderas. Los celebrantes se congregaron mediante convocatorias a través de mensajes de sms y Facebook. Con el himno nacional italiano y el Aleluya de Handel ejecutados por una pequeña orquesta, los manifestantes celebraron el "12 de noviembre como el día de la liberación". Antes, en la plaza ubicada frente a la Cámara de Diputados, otra multitud le había gritado "Renuncia, vete a casa", cuando Berlusconi salió de la Cámara baja por la puerta trasera. E incluso algunas decenas de personas también lo abuchearon cuando salió de su residencia en Roma rumbo al encuentro final con Napolitano. Pero antes, al ingresar a Diputados, por última vez como premier, Berlusconi recibió una ovación de pie de los diputados de su coalición.
"El gobierno de Berlusconi hizo todo lo posible por combatir los ataques (contra Italia)", sostuvo Fabrizio Cicchito, jefe en Diputados del PDL. "Desafortunadamente se encontró con complejos intereses financieros y económicos que desempeñan un juego decisivo en la supervivencia de los gobiernos", señaló Cicchito, en aparente alusión a las presiones de los mercados sobre Italia. "Es el fin de una era", declaró en tanto Dario Franceschini, jefe de bancada del PD en la Cámara de Diputados, refiriéndose al retiro definitivo de Berlusconi de la escena política italiana, que dominó durante 17 años. Ahora la oposición está convocada a volver a "reconstruir el país de sus cenizas", agregó Franceschini.
En cuanto a Mario Monti, es el preferido de los empresarios, pero también de la oposición de centroizquierda y del propio presidente Napolitano, que el miércoles lo nombró por sorpresa senador vitalicio.