Roma.- El primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, anunció ayer que está dispuesto a dimitir cuando se hayan aprobado las medidas de ajuste prometidas a la Unión Europea (UE), una decisión forzada por la pérdida de su mayoría parlamentaria en una votación. Su anuncio llegó un día después de que su gobierno volviera a ser conminado por la UE a dar muestras de estabilidad. Italia es el país más endeudado de la eurozona después de Grecia.
"El gobierno ya no cuenta con la mayoría que creíamos tener", apuntó Berlusconi anoche en la televisión italiana. Antes, una votación rutinaria para ratificar cuentas públicas dejó a "Il Cavaliere" sin mayoría parlamentaria.
El partido de Berlusconi, Pueblo de la Libertad, recibió 308 votos a favor, de los 630 de la cámara. Consiguió así la aprobación de las cuentas pero perdió la mayoría absoluta de 316 votos.
Otros 321 diputados optaron por la abstención, entre ellos los pertenecientes al centroizquierda y también algunos miembros de la coalición de centroderecha del jefe de gobierno.
Tras una reunión con el presidente Giorgio Napolitano, el palacio del mandatario comunicó que Berlusconi está dispuesto a dimitir después de que la ley de estabilidad con las reformas prometidas a la UE haya sido aprobada. "Una vez que esa tarea esté finalizada, el primer ministro entregará su cargo al jefe de Estado", señaló la oficina presidencial.
"Después de la votación parlamentaria sobre la ley de estabilidad habrá consultas con los partidos", se agregó. "En ellas, el presidente dedicará máxima atención a las propuestas y posiciones de las fuerzas políticas en Italia", añadió el comunicado. Aún no se sabe exactamente cuándo tendrá lugar la votación sobre las reformas. Se estima que el Senado podría analizar entre el 15 y el 18 de noviembre la ley de estabilidad. Luego el borrador iría a la Cámara de Diputados.
Más presiones. En los últimos días habían aumentado considerablemente las voces que pedían la dimisión de Berlusconi. La presión se disparó ayer tras la votación en el Parlamento. "Pedí al primer ministro con todas mis fuerzas que reconozca finalmente la situación y actúe en consecuencia, dimitiendo", reclamó el líder del opositor Partido Demócrata, Pier Luigi Bersani.
Inmediatamente después de la votación, Berlusconi se reunió de urgencia con su socio de coalición, el líder de la Liga Norte Umberto Bossi, con su ministro de Economía, Giulio Tremonti, y con el de Interior, Roberto Maroni.
Poco antes de la votación, Bossi había reclamado por primera vez la renuncia del primer ministro, aunque sugirió que de producirse, ésta no sería inminente. "Nada pasará hoy", señaló el líder de la Liga Norte y ministro de Reformas.
A primera hora del día Berlusconi se había reunido también con varios disidentes de su partido, que le pidieron que abandonara el cargo y dejara vía libre a un gobierno con capacidad para abordar los problemas económicos de Italia.
En los tres años y medio de su cuarto gabinete de gobierno, Berlusconi había planteado más de 50 veces la moción de confianza en el Parlamento, siempre con éxito. Tras el fracaso de su informe de cuentas en octubre, "Il Cavaliere" planteó una vez más la cuestión de confianza en el Legislativo, que consiguió con el mínimo necesario de 316 votos. En 2008 empezó la legislatura con 344 parlamentarios.
Mientras tanto, por segundo día consecutivo, el riesgo país de Italia alcanzó ayer un nuevo máximo histórico, con 495 puntos básicos sobre el bono alemán, y se sitúa en niveles que imposibilitan financiar la economía italiana con normalidad.
La rentabilidad de los bonos italianos a 10 años se alzó también a la cifra récord del 6,74 por ciento, que acercan peligrosamente a Italia a las cifras en las que Grecia, Portugal e Irlanda necesitaron un rescate financiero de la UE.