Silvio Berlusconi quiere cumplir su condena por fraude fiscal realizando trabajos sociales, una "probation", probablemente en una parroquia. Lo decidió este fin de semana junto a su abogado, Franco Coppi. Este pedido le ahorrará un año de reclusión domiciliaria en uno de sus palacios, pero no el hecho de vivir bajo libertad vigilada. Sus movimientos serán muy limitados y sólo los podrá hacer con un permiso previo de las autoridades.
La solicitud de Berlusconi para realizar trabajos sociales se presentará la próxima semana, indicó el abogado Coppi. Los medios adversarios del Cavaliere se deleitaron con la noticia. El diario La Repubblica comentó que "en el peor fin de semana de su vida, encerrado en palacio Grazioli (su residencia romana), Berlusconi pudo tener una noticia positiva de sus abogados". Es que al solicitar los "trabajos sociales" en lugar de la reclusión domiciliaria, se necesitarán dos o tres meses antes de que el tribunal especializado en la vigilancia de los reos decida confiarlo a los servicios sociales del Estado. Berlusconi deberá someterse entonces a las visitas de un asistente social, igual que "un drogadicto o un ladrón arrepentido que descuenta su pena" señala el diario. Una vez presentada la demanda para beneficiarse con la probation, el ex premier y magnate de los medios debe esperar la entrevista inicial con el asistente social, quien lo interrogará sobre diversos tópicos, como el lugar de su residencia durante el cumplimiento de la pena. El objetivo de estas sanciones benignas es la "reeducación" del condenado, y se tienen en cuenta sus capacidades laborales. Por ejemplo, el ex ministro de Berlusconi Cesare Previti, condenado por corrupción y también beneficiado con una probation, trabajaba como abogado para una parroquia. "Pero Berlusconi en realidad rechaza la condena y la idea de una rehabilitación y una reinserción" social apunta La Repubblica. Il Cavaliere sufrirá "la humillación de no ser más libre y de deber pedir permiso para cualquier traslado, aún para ir a comer una pizza" con su actual novia, agrega el diario.
Por fuera de estas anécdotas, la caída política de Berlusconi es un hecho aceptado por casi todos. Para el jefe de gobierno, Enrico Letta, el fin político de Berlusconi ha llegado. "Toca a su fin una era política que ha durado 20 años", dijo al canal de televisión Sky Tg24. "Berlusconi ha intentado derribar el gobierno y no lo ha conseguido, porque el Parlamento en consonancia con el país, quiere que siga trabajando", sentenció Letta. Se refería a una ofensiva de Berlusconi contra el gobierno de coalición que preside Letta y que fue abortada por sus propios correligionarios de centroderecha. Al menos 23 senadores de Berlusocni iban a votar a favor de Letta y a desobedecer la orden del Cavaliere de derribar al gobierno en una votación de confianza pedida por el premier la semana pasada. Finalmente hasta el propio Berlusconi votó a favor de Letta para evitar la fractura de su formación. "Se ha pasado página de forma definitiva", concluyó ayer Letta.
Horas después una comisión especial del Senado recomendó este viernes la expulsión de Berlusconi de la Cámara, ya que la ley establece que los parlamentarios condenados en forma definitiva tienen que perder su mandato. Berlusconi calificó esta decisión de ataque "al corazón de la democracia". Ahora toca al pleno del Senado decidir, pero todos los cálculos indican que Berlusconi será expulsado por una amplia mayoría de sus pares.