El primer ministro de Italia, Silvio Berlusconi, perdió hoy en una votación parlamentaria la mayoría absoluta, y anunció que renunciará después que parlamento apruebe el plan de reforma económica.
El primer ministro de Italia, Silvio Berlusconi, perdió hoy en una votación parlamentaria la mayoría absoluta, y anunció que renunciará después que parlamento apruebe el plan de reforma económica.
Pese a perder la mayoría absoluta en la Cámara de Diputados, fijada en 316 escaños, Berlusconi logró aprobar las cuentas del Estado de 2010 por 308 votos a favor, 1 abstención y ninguno en contra, ya que la oposición, presente en el pleno, decidió no participar en la votación para dejar en evidencia sus apoyos.
De hecho, los diputados que no votaron superaron a los que sí lo hicieron (309 que participaron frente a los 321 que no), lo que fue interpretado por el líder de la principal formación de la oposición italiana, el Partido Demócrata (PD), Pierluigi Bersani, como una muestra de que el Gobierno italiano no tiene ya la mayoría.
"Presente su dimisión, aquí haremos lo que nos corresponde por el país. Y tenga claro que si usted no lo hiciera, no oso a creer que usted no lo haga. Si usted no lo hiciera, la oposición consideraría otras iniciativas porque así no podemos seguir", comentó Bersani, dirigiéndose directamente a Berlusconi y abriendo la puerta a la presentación de una posible moción de censura.
Este voto de confianza llegó después de que el 11 de octubre se produjera un empate a 290 votos en la votación del primer artículo de esas cuentas del Estado de 2010, cuya ratificación tuvo que ser, por ello, suspendida.
Según informan los medios de comunicación italianos, dentro del grupo de Berlusconi un diputado fue el protagonista de la única abstención, mientras que otros 5 no votaron, entre ellos Alfonso Papa (en arresto domiciliario), y tampoco lo hicieron otros tantos del Grupo Mixto, como Santo Versace, hermano del difunto modisto y quien abandonó las filas del primer ministro en septiembre.
Clave de la votación de este martes era saber cuántos apoyos reales dentro de su propio grupo, el Pueblo de la Libertad (PDL), había perdido el primer ministro, después de que algunos de sus diputados le hayan pedido que dimita y dé paso a un nuevo Ejecutivo que consiga ampliar su apoyo mayoritario en el Parlamento.
A esos disensos dentro de su formación se une la reciente salida de tres diputados del PDL, que han decidido pasarse a la oposición de centroderecha, cuestionando la continuidad de Berlusconi al frente de un Ejecutivo con una mayoría parlamentaria no muy amplia tras la salida de la misma de su exaliado Gianfranco Fini en 2010.
Ayer algunos medios afines a Berlusconi llegaron a asegurar que se iba a producir una dimisión inminente del primer ministro, pero el mandatario negó esta posibilidad y aplazó una decisión a saber el resultado de esta votación de las cuentas del Estado.
Sus socios de Gobierno de la Liga Norte le han pedido que dimita y deje al frente del Ejecutivo al secretario político de su partido y exministro de Justicia, Angelino Alfano.
Por el momento, el Ejecutivo italiano tiene pendiente la aprobación en el Parlamento de los presupuestos de 2012, donde incluirá una "maxienmienda" con las primeras reformas económicas prometidas a la Unión Europea (UE).
Lo más probable es que los presupuestos lleguen ya la semana que viene al pleno del Senado para su votación con una más que probable cuestión de confianza, según anunció el propio Berlusconi ayer.
Las últimas incertidumbres sobre el futuro del primer ministro italiano, uno de los protagonistas de la última cumbre del G20 de Cannes (Francia), han hecho que la prima de riesgo de la deuda italiana se haya disparado, y que hoy volviera a marcar un nuevo récord desde la entrada en el euro, en los 495 puntos básicos.