La policía belga mató a dos extremistas islámicos que abrieron fuego durante un operativo contra un grupo islamista que estaba a punto de lanzar "ataques terroristas a gran escala", según autoridades judiciales. Un tercer presunto terrorista fue detenido en otro procedimiento policial.
La televisión pública RTBF mostró un edificio en llamas en la ciudad de Verviers cuando ya era de noche, con sonidos de disparos. La residente local Marie-Laure dijo que estaba en la calle con sus hijos cuando un comando policial les dijo que se protegieran. "Cuando empezamos a correr, escuchamos tres o cuatro grandes explosiones y disparos", contó. "Fue realmente aterrador". El incidente se produjo a una semana de que islamistas mataron a 17 personas en París. El portavoz de los fiscales belgas, Eric Van Der Sypt, dijo que la investigación estaba en marcha desde antes de los ataques del 7 de enero contra el semanario francés Charlie Hebdo. El grave episodio ocurrió en la ciudad de Verviers, donde los comandos policiales se enfrentaron a una lluvia de balas tras intentar acceder a un departamento situado sobre una panadería del centro de la localidad. Los terroristas eran ciudadanos de Bélgica, que tiene una de las mayores concentraciones de islamistas europeos en Siria.
A lo largo del país hubo numerosos operativos en viviendas de hombres que volvieron tras combatir en la guerra civil siria, dijo Van Der Sypt, agregando que son sospechosos de planear ataques contra comisarías belgas. La seguridad se ha incrementado en estas. "Los allanamientos se realizaron como parte de una investigación de una célula operativa con algunos miembros que habían regresado de Siria", afirmó. "Por el momento, no hay conexión con los ataques de París", precisó. El patrón, sin embargo es el mismo: islamistas locales radicalizados que han estado en Siria o se identifican con el Estado Islámico o Al Qaeda.
Al describir los sucesos ocurridos en la tranquila localidad de Verviers, el fiscal dijo que "los sospechosos abrieron fuego de forma inmediata y durante varios minutos con armamento militar y pistolas contra las unidades especiales de la policía federal antes de ser neutralizados".
Tras los incidentes en Verviers, el diario La Meuse citó a un oficial de policía que aseguró que "hemos evitado un Charlie Hebdo belga". Bélgica ha detectado una actividad significativa de islamistas radicales entre su población musulmana. Bélgica es el país europeo que más ciudadanos ha aportado a las filas rebeldes en la guerra civil siria los últimos cuatro años, en relación con su población. Dentro de la Unión Europea, Bélgica lidera los esfuerzos para contrarrestar la amenaza que representa el retorno de "combatientes extranjeros" desde Siria. El gobierno belga cree que un centenar de sus ciudadanos ha regresado de Siria, mientras unos 40 podrían haber muerto y otros 170 siguen en las filas de los combatientes en Siria e Irak, en especial el grupo Estado Islámico. Bélgica forma parte de coalición liderada por Estados Unidos que lucha contra el Estado Islámico y tiene a seis aviones F-16 participando en los bombardeos en Siria e Irak.
Un tribunal de Amberes dará pronto su veredicto sobre 46 personas acusadas de reclutar a jóvenes para unirse a los yihadistas en Siria, en el principal proceso contra islamistas en Bélgica hasta la fecha. El juzgado debía haber hecho pública su sentencia esta semana, pero la retrasó tras el brote de violencia terrorista en París.
El caso Coulibaly. Más temprano, fiscales belgas informaron de la detención de un hombre sospechoso de facilitar armas al francés Amedy Coulibaly, quien mató a cuatro personas en un supermercado judío de París la semana pasada tras el ataque al Charlie Hebdo.
A su vez, España y Francia investigan el paso por Madrid y los contactos que allí tuvo Coulibaly. Citando a una fuente antiterrorista de España, varios diarios digitales informaron que Coulibaly estuvo en Madrid días antes de cometer el atentado. Habría llegado a la capital de España el 31 de diciembre junto a su esposa. La pareja habría permanecido allí hasta el 2 de enero, cuando Coulibaly regresó por carretera a París y su esposa, Hayat Boumeddiane, tomó un vuelo hacia Estambul, para luego pasar ilegalmente a Siria. Una cámara de vigilancia turca captó a la mujer junto a un hombre cuyo hermano fue arrestado por participar en una red de reclutamiento yihadista.