Un tribunal saudita condenó a muerte a cinco hombres por el crimen del periodista y crítico de la monarquía local Jamal Kashoggi, asesinado el año pasado en el consulado saudita de Estambul por un equipo de agentes enviados por la corona. Otras tres personas recibieron penas de cárcel, pero los jerarcas implicados, muy cercanos al príncipe heredero Mohammed bin Salman, fueron exonerados de toda responsabilidad. La CIA (ver aparte) sostiene que el príncipe fue el mandante directo del horrendo asesinato y descuartizamiento de Kashoggi, cuyos restos fueron dispersados por Estambul.
Varios de los agentes implicados en la muerte del columnista trabajaban directamente para el príncipe heredero y gobernante de hecho de Arabia Saudita, Mohammed bin Salman, quien recibió una lluvia de críticas a nivel internacional pero que jamás sufrió ninguna imputación o limitación a sus movimientos por el mundo. El reino niega, por supuesto, que el príncipe tuviera cualquier implicación o conocimiento de la operación.
La investigación del fiscal general saudita concluyó que el ex asesor principal del príncipe, Saud al-Qahtani, "no tenía lazos demostrados" con el asesinato. Estados Unidos sancionó a Al-Qahtani por su papel como jefe de la operación. El tribunal también declaró "no culpable" al cónsul general en Estambul, Mohammed al-Otaibi. El y otras nueve personas que no fueron identificadas fueron puestas en libertad tras conocerse los veredictos. Tras nueve sesiones, el tribunal llegó a la conclusión, verdaderamente increíble, de que "no hubo un intento premeditado de asesinato".
Los juicios de los acusados se celebraron en un secretismo total, aunque se permitió que unos pocos diplomáticos turcos y familiares de Kashoggi asistieran a las sesiones. El asesinato conmocionó al mundo y provocó condenas de la comunidad internacional, incluyendo a Naciones Unidas.
Kashoggi entró a pie en el consulado de su país en Estambul una mañana de octubre de 2018 para recoger la documentación necesaria para casarse con su prometida turca, Hatice Cengiz, que esperaba fuera. No volvió a salir.
Agnes Callamard, investigadora especial de Naciones Unidas y que dirigió la investigación sobre el asesinato, indicó más tarde que no debía dejarse el caso al sistema judicial saudita, "tan vulnerable a la interferencia política''. El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, condenó el asesinato, y su gobierno sancionó a 17 sauditas implicados, aunque no al príncipe heredero. Trump se ha resistido con firmeza a las peticiones de su propio partido de dar una respuesta más dura, y ha defendido sus buenas relaciones con Arabia Saudita, señalando a su importancia estratégica en el Golfo Pérsico y como comprador de equipamiento militar.Khashoggi fue asesinado después de "una pelea y un altercado" en el consulado, según la versión oficial saudita. Los fiscales sauditas dijeron que Khashoggi fue atado e inyectado con una sobredosis de un sedante que lo mató. Luego, según los fiscales, su cuerpo fue desmembrado y sacado del consulado por cinco personas, las que ayer fueron condenadas a muerte.
víctima. Khashoggi fue asesinado y descuartizado en Estambul.