Berlín. — La canciller, Angela Merkel, se dio cuenta que no le queda otro remedio que responder a las crecientes presiones de sus socios y presentará un plan de seis puntos para impulsar el crecimiento económico en la Unión Europea, que incluirá reformas laborales en el ámbito comunitario e incentivos fiscales (menos impuestos) en países en problemas como Grecia y España para atraer la inversión extranjera. Merkel quiere contrarrestar el protagonismo que le robó el presidente francés, François Hollande, en la pasada cumbre formal en Bruselas con un programa específico destinado, especialmente, a recuperar las economías de los países más afectados por la crisis, entre ellos España. Una de las propuestas del Ejecutivo alemán es precisamente crear una fórmula de zonas especiales en las que regirían incentivos fiscales para los inversores extranjeros. Además, se establecerían empresas fiduciarias destinadas de favorecer la privatización de empresas estatales de acuerdo con el modelo alemán.