Los cuerpos de al menos 38 personas, entre ellas 11 niños y cuatro bebés, fueron encontrados en el mar Egeo, tras un nuevo naufragio de un barco de refugiados ante las costas de la isla griega de Farmakonisi, donde el sábado además se accidentaron otras dos embarcaciones. La tragedia de los migrantes que arriesgan sus vidas para alcanzar Grecia y dejar atrás Turquía sigue así sumando muertes. A inicios de septiembre, el caso del niño Ayman Burki, su hermano y su madre, fallecidos en una playa turca, conmovió al mundo.
“Tenemos 38 muertos aquí”, dijo un oficial de guardacostas griego en la isla de Leros. Sin embargo, la cifra exacta de muertos no estaba clara ya que el portavoz de la guardia costera en el Pireo mencionó por lo menos 34 fallecidos. La mayoría de los inmigrantes procedían de Siria. “Mis colegas están encontrando más y más personas”, dijo un oficial, lo que sugería anoche que la cifra de muertos podría ser aún mayor. Dos helicópteros y barcos guardacostas estaban tomando parte en las operaciones de búsqueda.
Cuatro bebés y 11 niños, según la agencia italiana Ansa, estaban entre los muertos, mientras que siete cuerpos fueron encontrados en la bodega del barco naufragado. En un principio, se había hablado de tres y después de diez muertos. “Mis compañeros están encontrando cada vez más cadáveres”, dijo un funcionario de la guardia costera griega. Entre las víctimas habría numerosos niños. Siete de los cadáveres fueron descubiertos en el interior del barco pesquero, informó la radio estatal griega.
Los equipos de rescate rescataron a 68 personas entre el oleaje y 29 refugiados pudieron nadar hasta la orilla. La operación de búsqueda y rescate continuaba. El sábado naufragaron otras dos embarcaciones ante las islas de Samos y Lesbos. Cinco personas permanecen desaparecidas y los equipos de rescate no tienen ya esperanza de encontrarlos con vida.
Uno de los barcos naufragó al norte de la isla de Samos, del que 24 personas pudieron ser rescatadas. Los supervivientes hablaron de cuatro menores de edad desaparecidos. El segundo barco naufragó ante Lesbos y 32 personas fueron salvadas de las olas. Un joven de 20 años está desaparecido.
Miles de refugiados intentan cada día llegar a una isla griega en el Egeo desde Turquía. Casi todos quieren llegar a Europa occidental como destino final. El sábado dos ferries llevaron a más de 4.000 personas de las islas al puerto del Pireo, cerca de Atenas. En la mañana de ayer llegaron otros 1.700 inmigrantes a ese puerto.
Alemania. Mientras miles de refugiados continuaban cruzando la frontera entre Hungría y Austria, Alemania decidió reimplantar los controles fronterizos de forma temporal e interrumpir la llegada de trenes de Austria. El ministro alemán de Interior, Thomas de Maizière, dijo que la decisión fue consultada con el gobierno de Viena.
De Maizière indicó que la medida cuenta con el respaldo de los jefes de gobierno de los estados federados, que habían dado la voz de alarma de que estaban al límite de su capacidad como consecuencia de la decisión de Berlín de permitir, desde el fin de semana pasado que llegasen al país sin ser registrados miles de refugiados desde Hungría.
Las autoridades austríacas creen que la llegada de refugiados seguirá sin pausa en los próximos días, porque los migrantes están tratando de cruzar antes de mañana, martes, cuando Hungría empezará a perseguir penalmente (con hasta tres años de cárcel) a todos los que entren de manera ilegal. Hasta ahora el cruce ilegal era considerado falta, no delito. La policía austríaca esperaba ayer la llegada de entre 6.000 y 8.000 personas. Los refugiados son llevados a Viena en trenes y autobuses; la mayor parte sigue luego viaje a Alemania.