Al menos 35 personas murieron hoy en protestas antigubernamentales en Siria en las que miles de personas salieron a la calle para demandar mayores libertades, informaron activistas opositores. La mayoría de ellas murieron en al ciudad de Azraa, a unos 30 kilómetros de Daraa, y otros siete manifestantes fueron abatidos en la capital Damasco, indicó un activista a dpa bajo condición de anonimato.
“Había francotiradores apostados en los edificios que mataron al menos a 18 pesonas en Azraa, entre ellas un niño”, sostuvo el activista citando a fuentes hospitalarias en Daraa. “El régimen está cometiendo una masacre contra su propio pueblo”, dijo, agregando que la mayoría de los muertos recibieron disparos en la cabeza.
“El número es mucho más elevado que 35 porque muchas personas que resultaron heridas se encuentran en estado crítico, según nos han dicho”, apuntó la abogada y activista pro derechos humanos siria Razan Zeitouna. De acuerdo con el grupo opositor en Facebook Syria Revolution, en la ciudad de Homs perdieron la vida Mohammed al Kaheel y el joven de 17 años Motaz Roba.
Además, en Daraa, donde desde que comenzaron las protestas el pasado 15 marzo han tenido lugar los incidentes más violentos, murió al menos una persona y otras 59 resultaron heridas, indicaron fuentes opositoras . En otras ciudades del país las fuerzas de seguridad hirieron también a numerosas personas cuando intentaban dispersar las protestas con gases lacrimógenos y con munición real.
Las fuerzas de seguridad sirias arrestaron a “numerosos miembros de los hombres armados”, indicó por su parte la agencia estatal de noticias SANA. A su vez, el diputado del Parlamento sirio Jaled Aboud dijo a Al Yazira que las informaciones difundidas forma parte de “una conspiración contra Siria” y que “en torno a un 90 por ciento de los sirios” no cree las informaciones de ese canal de noticias radicado en Qatar.
Miles de opositores al gobierno se manifestaron hoy de nuevo tras los rezos del viernes en Siria para demandar la salida el poder del presidente Bashar al Assad, después de que éste levantara el estado de excepción. Según Al Yazira, se produjeron enfrentamientos entre opositores y manifestantes leales al régimen, tras los rezos del viernes. Previamente, las iglesias cristianas del país cancelaron las liturgias en el exterior con motivo del Viernes Santo ante las convocatorias a manifestaciones masivas. Los organizadores de las protestas llamaron en Facebook a todos los manifestantes a “llevar eslóganes que sean contundentes a la hora de expresar las demandas justas acuñadas por la revolución”. A su vez instaron a retirar toda imagen y estatuas que encuentren a su paso de Al Assad y su padre en el país.
Pidieron por otro lado a los manifestantes que documenten sus pasos “con imágenes y videos que tengan un nivel apropiado de nitidez”. Las manifestaciones tuvieron lugar un día después de que Al Assad decidiera finalmente levantar el estado de excepción, en vigor desde 1963 y que le permitía prohibir manifestaciones no autorizadas. Además, otorgaba al gobierno poderes adicionales para hostigar y perseguir a disidentes.
También fue abolido el Tribunal de Seguridad de Estado y se levantó la prohibición a las protestas siempre y cuando estén aprobadas por el Ministerio del Interior. Sin embargo, las manifestaciones de hoy no cuentan con la autorización requerida, cuyo trámite lleva varios días. Organizaciones como Human Rights Watch exigieron que la decisión vaya acompañada de medidas concretas para poner fin a la violación diaria de derechos humanos a manos de las fuerzas de seguridad.
A su vez, los activistas de la organización demandaron al presidente que liberara a todos los presos políticos y abriera investigaciones sobre los abusos cometidos por las fuerzas de seguridad contra manifestantes. “Las reformas sólo serán significativas si los servicios de seguridad sirios dejan de disparar, detener y torturar a manifestantes”, aseveró el vicedirector para Cercano Oriente de Human Rights Watch, Joe Storck. (DPA)