Kandahar.- Al menos 37 civiles murieron en un ataque suicida con un automóvil
cargado de explosivos contra un convoy militar canadiense en un mercado del sur de Afganistán, dijo
la policía.
El balance de heridos es de más de 30, dijo el gobernador de Kandahar, Asadula Jalid. Tres
soldados canadienses fueron levemente lesionados, agregó. El ataque se produjo en el poblado de
Spin Boldak, en la provincia de Kandahar, cercano a la frontera con Pakistán.
El ataque ocurrió un día después del más cruento atentado suicida en Afganistán desde la
caída del régimen Talibán en el 2001. Más de 100 personas murieron en un atentando suicida el
domingo en las afueras de Kandahar, la capital provincial, manifestó Jalid el lunes. En un
principio se había informado que los muertos eran 80.
Los ataques dinamiteros convirtieron a los últimos dos días en el período más letal para los
civiles afganos desde la caída del Talibán.
Los atentados podrían también ser una advertencia de que los insurgentes han cambiado sus
tácticas. Si bien los ataques con bombas sólo han causado decenas de muertes de manera ocasional,
Afganistán nunca ha visto tantos civiles fallecidos en un período tan corto de tiempo. Por lo
general los insurgentes evitaban matar a civiles.
El Talibán se proclamó responsable del ataque del lunes. El portavoz Qari Yousef Ahmadi
manifestó que el suicida que detonó los explosivos fue Abdul Rahman, de Kandahar.
Cuando le preguntaron por la gran cantidad de víctimas civiles, dijo que 10 soldados
extranjeros y “una gran cantidad de policías” fallecieron. Las autoridades no
confirmaron esta información.
El país tuvo un récord de violencia el año pasado, y los analistas y líderes militares han
vaticinado que el 2008 podría ser incluso más letal.
Peter Darling, portavoz de las fuerzas de la OTAN apostadas en el sur de Afganistán, expresó
que ningún soldado de su escuadrón falleció en el ataque, pero no sabía si alguno resultó herido.
Dijo que las fuerzas de la OTAN suministraron asistencia médica en el lugar.
“Condenamos firmemente este ataque cobarde contra la población civil, que fue atacada
por insurgentes mientras realizaba sus actividades diarias”, sostuvo Darling.
Mohammed Ajtar, médico del hospital de Chaman, dijo que nueve civiles afganos fueron
atendidos allí y uno falleció posteriormente. Jalid indicó que varios heridos estaban en estado
grave y que la cantidad de muertos podría ascender.