La tormenta que se abatió los últimos días sobre la región no dio tregua y las rutas se vieron interminables colas de vehículos, ya que, si bien algunos accesos se rehabilitaron, la circulación debió hacerse con suma precaución. Pese a que el temporal menguó y dio respiro a algunas localidades, los problemas se reiteraron en muchos caminos y, sobre todo, en zonas rurales que siguieron inundándose. Además de las kilométricas colas de autos y camiones en la autopista, en la Estación Terminal de Omnibus Mariano Moreno, de Rosario, debieron reprogramarse algunos viajes y recorridos, y se registraron demoras en las llegadas de los coches (ver aparte).
Luego de permanecer interrumpida durante casi toda una jornada por la acumulación de agua tras el prolongado temporal, la autopista Rosario-Buenos Aires fue rehabilitada ayer "con precaución". Los rodados circularon durante buena parte de la jornada a paso de hombre, y la recomendación general fue salir a la ruta sólo si era estrictamente necesario. Para muchos automovilistas, una opción, incómoda pero más rápida, fue cruzar a Entre Ríos por el puente Rosario-Victoria y luego ingresar a la provincia de Buenos Aires por la conexión Brazo Largo - Zárate.
Tras el corte de la ruta nacional 9 en el kilómetro 254 por la crecida del arroyo Pavón a la altura de Villa Constitución, desde las 8.30 la traza volvió a ser habilitada, luego de un corte total que había provocado hasta unos 30 kilómetros de cola.
El organismo vial señaló, sin embargo, que la transitabilidad en sentido a Capital Federal presentaba importantes demoras y se recomendaba a los automovilistas circular "a 20 kilómetros por hora".
El bloqueo de la ruta a la altura del kilómetro 254 siguió al que se había producido el lunes por la crecida del arroyo Ramallo, el cual provocó decenas de despistes.
En tanto, la situación era compleja en el sur de Santa Fe en cuanto a las rutas, por lo que las autoridades recomendaban a las personas que transitaban entre Buenos Aires y Rosario, hacerlo por Entre Ríos a través del puente que une a la segunda ciudad con Victoria y el de Brazo Largo con Zárate.
En cambio, en el kilómetro 43 de la ruta provincial 18, entre Pavón Arriba y Santa Teresa, 50 kilómetros al sur de Rosario, la circulación de vehículos continuaba interrumpida por la acumulación de agua.
En las rutas nacionales 9 y 33, y el puente Rosario-Victoria, se podía transitar con precaución debido a la gran cantidad de agua en las banquinas tras el temporal que afectó al sur de la provincia en los últimos días. En tanto, en el cruce de las rutas nacionales 33 y A012 se presentaba también una situación compleja en la zona de Casilda, debido a que el agua estaba a punto de atravesar la carretera. Además, como consecuencia del temporal alrededor de 40 personas permanecían evacuadas en la localidad de Máximo Paz, 60 kilómetros al suroeste de Rosario, quienes eran asistidas por la comuna local.
Alerta.Por su parte, el Servicio Meteorológico Nacional (SMN) emitió un alerta por probables tormentas fuertes en sur y centro de Santa Fe, noreste de Buenos Aires, norte, centro y sudeste de Córdoba y Entre Ríos.
El organismo indicó que dadas las condiciones muy inestables sobre la región, se prevé nuevamente la formación de áreas de lluvias y tormentas, algunas localmente fuertes, que podrían provocar abundante caída de agua en cortos períodos de tiempo, fuerte actividad eléctrica y ráfagas.
El SMN agregó que las condiciones de inestabilidad se mantendrán por lo menos hasta el viernes con períodos de mejoramientos. De acuerdo al organismo se espera que por lo menos hasta el viernes 7 de febrero continúen muy inestables las condiciones de tiempo sobre la región, donde se pronostican lluvias y tormentas con mejoramientos temporarios.
El informe especial adelanta que los valores de precipitación total durante dicho periodo podrán superar nuevamente los 100 milímetros en forma localizada.
Temor. La ciudad de San Pedro, una de las más castigadas y en la que hubo que interrumpir anteayer la circulación por la autopista, vivió ayer un poco de alivio pero persistía el temor por nuevas lluvias.
Mientras se restablecían los servicios y la situación climática permitía un alivio, un nuevo balance sobre la situación en esa localidad arrojaba ayer un saldo de 359 evacuados y 14 casas derrumbadas. De acuerdo al parte oficial difundido a la tarde por la Junta de Defensa Civil local, un total de 129 personas habían sido evacuadas, mientras que otras 259 se alejaron de sus hogares por sus propios medios.
De todas maneras, un centenar de personas se aprestaba a realizar un relevamiento de la situación barrio por barrio, para evaluar las necesidades de la población. El intendente Pablo Guascone había advertido la noche del lunes que eran entre 25 y 30 las casas de la zona de la barranca que se encontraban en peligro de derrumbe por la erosión, luego de que cayeran más de 300 milímetros de agua.
Por su parte, el secretario de Gobierno municipal, Raúl Cheyllada, indicó que llegaron dos camiones con distintos productos para los afectados por las inundaciones, entre ellos colchones, frazadas, sábanas, pero advirtió que se va a necesitar “mucho más”. El funcionario advirtió que entre dos mil y tres mil familias han sido afectadas por el temporal.
Desde el lunes por la tarde, cuando cesaron las lluvias, se produjo el desagote de zonas anegadas y algunos servicios esenciales a la población. No obstante, el pronóstico indica para la región norte de la provincial indica tormentas y tiempo inestable al menos hasta el fin de semana próximo.
En la localidad de La Emilia, cerca de San Nicolás, hubo al menos 180 evacuados (además de otros tantos autoevacuados en casas de familiares) que permanecían alojados provisoriamente en la Escuela Nº 18, en el Centro de Jubilados de General Rojo y en el Destacamento de Vigilancia Cuartel San Nicolás (ex Batallón).
Otro pueblo que sufrió fuertemente el temporal fue Máximo Paz, cuyo presidente comunal, Iván Camats, informó que el temporal dejó evacuados, daños materiales y viviendas afectadas (ver nota aparte).
Uno de los últimos tramos que debieron ser interrumpidos fue el del kilómetro 512 de la ruta 11, en la localidad de Nelson, por en la provincia de Santa Fe por acumulación de agua en la calzada. Por ese motivo, se habilitaron dos devíos, a la altura del kilómetro 508 y otro en el kilómetro 533, hacia la ruta provincial Nº 4.
Así, la región vivió una nueva jornada en la que, si bien no hubo que lamentar más pérdidas, los inconvenientes por la tormenta se siguieron viviendo, sobre todo en las rutas y en los campos.
Informe: Marcelo Castaños, Ubaldo G. Mauro y Gustavo Orellano