Un estudio realizado por la Universidad de Carolina del Norte y que fue publicado en Pubmen.gov concluyó que la libido masculina se ve afectada a quienes realizan ejercicios extremos en comparación con aquellos que realizan un entrenamiento moderado a normal.
Los resultados afectan directamente a quienes tienen mayor exposición física semanal debido a que genera más fatiga y niveles más bajos de testosterona.
"Los investigadores pretenden seguir avanzando con el estudio para poder hacer un seguimiento detallado de los tipos de ejercicios, los niveles de hormonas y la libido para poder determinar si existe otro factor que intervenga en la disminución del deseo sexual".
El director del estudio, Anthony Hackney, profesor de Fisiología del Ejercicio y la Nutrición de dicho centro de altos estudios, aseguró que "los médicos que tratan a pacientes del sexo masculino con trastornos sexuales, o bien parejas con problemas de infertilidad, deben tener en cuenta el grado de ejercicio de resistencia al que se expone el hombre ya que funciona como un factor de complicación potencial".
En la elaboración del trabajo se utilizó una serie de encuestas a más de 1.100 hombres, muchos de ellos atletas experimentados que participaron durante años de entrenamientos de alta potencia y otros con actividad física normal.
Los científicos organizaron las respuestas en grupos y tuvieron en cuenta tanto extensión como intensidad de los entrenamientos. Por un lado pudieron clasificar personas con entrenamiento semanales cortos, moderados o prolongados, y por otro lado personas con entrenamientos semanales ligero, intensos o extremadamente intensos.
Por otro lado, detallaron una nueva clasificación de acuerdo a su actividad sexual , y compararon los hábitos al hacer ejercicio y su interés en el deseo sexual semanal. De esta manera, pudieron separar grupos con libido relativamente alta, moderada o baja.
Una vez que tuvieron todos estos datos vincularon cada uno de los subgrupos y observaron un patrón que se repetía en aquellos con un entrenamiento prolongado o extremo: una libido menos intensa en comparación con quienes realizan un entrenamiento moderado.
Los investigadores pretenden seguir avanzando con el estudio para poder hacer un seguimiento detallado de los tipos de ejercicios, los niveles de hormonas y la libido para poder determinar si existe otro factor que intervenga en la disminución sexual. Por el momento, un simple entrenamiento moderado a normal puede asegurar una vida saludable y sexualmente plena.