"Cuando escribo siento como que me libero, como que todo lo que tengo encima sale de mí y puedo inspirar", dice Victoria Escobedo (14 años), para hablar de los textos que produce desde muy chiquita.
Virginia Benedetto
"Cuando escribo siento como que me libero, como que todo lo que tengo encima sale de mí y puedo inspirar", dice Victoria Escobedo (14 años), para hablar de los textos que produce desde muy chiquita.
Es que cuando estaba en cuarto grado de la primaria ya escribía cuentos muy cortitos, que con el paso de los años fue puliendo. Y este año —empujada en parte por el taller de escritura creativa al que asiste en la Biblioteca Vigil— comenzó a sumergirse en el mundo de la poesía. Sobre este último género, cuenta que le gusta mucho abordar temas con anclaje en la filosofía, como "la perfección" o "lo normal". Para sus cuentos, por su parte, se inspira en situaciones cotidianas "y formas de ver el mundo desde distintos puntos de vista".
Los libros son otra fuente de inspiración. Y menciona entre sus lecturas favoritas los textos de J. K. Rowling —autora de la saga Harry Potter—, Elsa Bornemann y John Green.
"En ficción —agrega Victoria— suelo escribir sobre sueños que tuve, bastante raros, pero que son los que recuerdo". Y sobre su futuro, dice: "Me encantaría cuando sea mas grande seguir con la escritura. Creo que esto no va a ser solo algo de la adolescencia, sino que va a seguir y cambiar en su forma, según la edad y las ideas que tenga en ese momento. Y me encantaría también en un futuro ver las poesías que hago ahora, recordarlas y ver cómo cambió mi escritura".
>> Perfección
Perfección ¿Es posible? O es algo tan imposible que creemos que puede llegar a existir, y queremos crearlo a partir de nuestra imaginación y de la sociedad. Es algo que al principio queremos obtener, pero luego, cuando queremos dar marcha atrás, cuando ya no es nuestro deseo, no podemos escapar, porque ya está instalado en nuestro ser, aunque no es la perfección lo que está instalado, sino la necesidad de ser perfecto, como si fuera lo mejor, como si no ser perfectos sea una enfermedad que nos hace no sentirnos aceptados, sentirnos exiliados por nuestra propia sociedad, sentir que si no somos perfectos, no somos.
Victoria Escobedo, 14 años.
Por Hernán Cabrera
Por Andrés Abramowski