Un programa de extensión universitario sobre inclusión y derechos recorre las escuelas primarias de la ciudad. Se llama "Dere Chito" y se propone difundir la Convención Internacional sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad. Lo organiza el Instituto Universitario del Gran Rosario (IUGR), es gratuito y busca que se multipliquen los espacios inclusivos y atentos a la diversidad. El programa fue premiado por el Ministerio de Educación de la Nación el año pasado, durante la Semana de la Ciencia. Ya llegó a más de 700 chicos y chicas de los cuartos y quintos grados.
La directora de este programa es la comunicadora social María Eugenia Tabacco. Anticipa que "la idea es trabajar la discapacidad en las escuelas «comunes», con chicos que no tienen discapacidad", entendiéndola como la relación entre la persona y el entorno. "Siempre vemos a la discapacidad como una limitante, y no como una condición de cada uno, diversa, donde una necesita ciertas cosas que el otro no. Tampoco vamos a negar que existe la discapacidad, que alguien no ve o no escucha. Por eso es bien interesante esta definición de discapacidad funcional, donde es posible pensar que uno llega al mismo resultado pero de distintas maneras. Por ejemplo, una se desplaza por la calle caminando, otros con sillas o muletas pero siempre nos desplazamos por la calle. El desplazamientos es lo que todos hacemos pero distintas maneras", explica Tabacco.
Cuando el programa arriba a las escuelas toma forma de taller. María Eugenia Tabacco llega con un títere gigante, que se llama "Dere Chito", quien les va presentando al grupo diferentes derechos expresados en carteles. Durante una hora los chicos y las chicas escuchan, hacen preguntas y participan de juegos que invitan a aprender y a pensar sobre la discapacidad. En este tiempo de encuentro participan también —como pasantes— estudiantes de los últimos años de la carrera de psicopedagogía del IUGR.
La directora del proyecto repasa que desde el Centro Universitario Rosario Inclusiva (Curi) se venían desarrollando diferentes propuestas pero sobre todo dirigidas a profesionales. La idea entonces fue ampliarlas a las escuelas para promover derechos. "Dere Chito" es el recurso, el mediador en este encuentro con las infancias. "El objetivo es mostrar la Convención de personas con discapacidad en aulas comunes, trabajar con los entornos, para favorecer a la inclusión real", amplía Tabacco. Destaca que se busca hacerles frente a la discriminación y a sus diferentes manifestaciones, como es el bullying. Y también llevar estas miradas inclusivas a las familias. "Creemos que los chicos son multiplicadores de nuevos sentidos y pueden producir otras cosas", subraya.
"Los resultados son alucinantes —celebra la educadora—. La verdad es que los chicos saben un montón de derechos. Sólo que aún ven la discapacidad asociada a la enfermedad. Tratamos de desandar ese camino, de hacerles ver que la discapacidad no es una enfermedad sino una situación puntual de un cuerpo en relación a su entorno. Una no tiene discapacidad hasta que el entorno marca que no puede entrar a determinado lugar".
Aulas inclusivas
Una de las clave de este programa es trabajar la discapacidad con chicos que no tienen discapacidad. Abonando además a la intención de pensar en una única escuela —ni común ni especial— sino inclusiva. "Trabajamos por qué no hay que discriminar, por qué hay que acompañar al compañero. En el taller se llevan otra mirada y al final conversamos qué más se puede hacer", describe la directora.
El programa del IUGR arrancó en agosto del año pasado. Ya realizaron 33 talleres que abarcaron a unos 700 alumnos y alumnas de primaria. A las actividades previstas para estos encuentros, se les facilitan a las docentes materiales para seguir haciendo en el aula. "Siempre se busca que se valore la diferencia. Es mentira que somos todos iguales, somos todos distintos. Eso es lo que dice la Convención. Apuntamos a que se revalorice la diferencia". El tema principal —subraya la directora del proyecto— es que se conozca la Convención, un instrumento concebido para el desarrollo humano y el respeto de los derechos. Esta Convención fue aprobada en diciembre de 2006 en la Sede de las Naciones Unidas.
Las escuelas interesadas en contactarse con este taller de derechos pueden escribir y solicitar un turno a [email protected] ó bien llamar al 4477505 ó 4495982.
El artículo 24 de la Convención de los derechos de las personas con discapacidad está dedicado a la educación. Allí se estable que los Estados Partes deberán asegurar un sistema de educación inclusivo a todos los niveles y a lo largo de la vida. Para que eso se cumpla, deben garantizar que las personas con discapacidad no queden excluidas del sistema educativo por motivos de discapacidad; que puedan acceder a una educación obligatoria, gratuita, inclusiva y de calidad en igualdad de condiciones con las demás, en la comunidad en que vivan.
También que en esa enseñanza se hagan los ajustes razonables en función de las necesidades individuales y para fomentar al máximo el desarrollo académico y social. Como por ejemplo, la enseñanza del Braille y la lengua de señas. Además de indicar la necesidad de emplear a maestros, incluidos maestros con discapacidad, que estén cualificados en lengua de señas o Braille y para formar a profesionales y personal que trabajen en todos los niveles educativos.
El artículo 24 contempla la necesidad de asegurar a las personas con discapacidad el acceso general a la educación superior, la formación profesional y la educación para adultos.