“Hay más luz cuando alguien habla”, dijo alguna vez la escritora y poeta santafesina Liliana Bodoc, y esta expresión de la autora de la saga de los confines valió como leitmotiv del taller itinerante de lectoescritura Luces. Un espacio de encuentro creativo para jóvenes y adolescentes que se realiza los días miércoles en la biblioteca Pocho Lepratti, en barrio Tablada.
Luces es un proyecto integrador que agrupa a casi todos los centros de día de la ciudad y trabaja en red con varias instituciones y bibliotecas, valiéndose de la literatura como herramienta. La tallerista Nancy Caminero explica que la biblioteca Pocho Lepratti es subsidiaria de este proyecto que reconoce en la literatura y en la palabra un elemento subjetivador, “sobre todo para aquellas subjetividades vulneradas o en proceso de construcción como son los jóvenes y adolescentes”. Con este objetivo, la Pocho invita a las escuelas e instituciones que trabajen con los chicos y chicas del barrio a acercarlos a este espacio que se desarrolla quincenalmente en sus instalaciones, los días miércoles en el horario de 14 a 16. Y promete un acercamiento a la palabra como puente con otros jóvenes y con la propia escritura
Producción colectiva
“El hecho de que sea un taller itinerante tiene que ver con que el proceso de introducción a la lectura y de producción literaria se da en forma colectiva, reuniéndonos en las sedes de los centros de día, las bibliotecas populares y otras instituciones que forman parte de Luces, y allí levamos a cabo el encuentro y el trabajo con los jóvenes”, explica Caminero.
A la hora de contar lo que sucede en estos talleres afirma: “Son básicamente espacios de restitución de derechos a través de la palabra, donde se reconstruye la subjetividad. También son espacios que procuran el desarrollo de una sensibilidad especial hacia la palabra impresa, su multiplicidad y complejidad. Hay una búsqueda de profundización poética mucho mas amplia, donde nos comunicamos con autores de diversas edades y procedencias. De repente leemos un autor chino, uno ruso, o uno de la Patagonia. Esa amplitud es lo que caracteriza el desarrollo de la sensibilidad”.
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De temas y autores
El taller de lectoescritura itinerante se desarrolla con cupos limitados por las características del trabajo que propone, que implica concentración y el desarrollo de técnicas intimistas. La misma estructura de trabajo hace necesario que los grupos no sean numerosos y con una dinámica distinta a la de una clase de literatura de secundaria. Hay un acercamiento previo a los libros y cada encuentro comienza disponiendo sobre una mesa una serie de material bibliográfico. Los chicos entran en contacto físico con los libros, los miran y los comparten, después escuchan una lectura, y luego se lleva a cabo una sugerencia de escritura. Así, los jóvenes incursionan en la escritura a partir de una actividad previamente planificada.
Sobre los temas que se abordan en los talleres, Caminero explica que no hay un programa fijo ni un vademécum que indica qué cosas se van a administrar y cuáles no. Sino que la propuesta siempre tiene que ver con desarrollar la complejidad del pensamiento. Las temáticas son diversas por eso hay una acercamiento a variedad de autores. “Generalmente se comienza con el tema de la identidad, la cuestión de quién soy, qué siento, cómo soy, dónde estoy. Y desde allí comienza una proyección por donde fluye el diálogo con los chicos y chicas, y se contemplan sus necesidades”, indica.
Los interesados en inscribirse al taller dirigirse a Chacabuco 3085, de lunes a viernes de 16 a 19, o comunicarse al WhatsApp 3416887361 ó 3413713858.